Más sobre Tarradellas

Leo en EL PAÍS (3 de febrero de 1992) una carta firmada por Santiago Niño en la que, categóricamente, deja sentada la ubicación política de Tarradellas en áreas de la derecha basándose en tres argumentos que estima irrefutables. 1. Que antes de finalizar la guerra civil sus actuaciones eran de talante conservador. 2. Que su retorno a Cataluña, escudándose en la defensa a ultranza de la monarquía, le hizo alinearse con tesis seminacionalistas, capitalistas y centralistas, contrarias a la izquierda. 3. Que Tarradellas fue impuesto por Suárez.Considerados los tres argumentos, en conjunto o por separado, tanto podrían servir a la conclusión a la que llega el señor Niño como a la contraria. todo dependerá de su peculiar óptica para definir lo que entiende él por izquierda o derecha en el proceso histórico que tuvo a Josep Tarradellas como principalísimo actor.

En el caso que nos ocupa, la ubicación política de Tarradellas, su gestión como conseller en cap o de finanzas y su actuación al frente de la Generalitat, en el exilio o en la transición, impiden clasificarle como compañero de viaje del PSUC, al igual que tampoco suscribió las fórmulas revolucionarias del POUM o la CNT; sin que por ello dejase de contar con todas las fuerzas coligadas para hacer frente a la sublevación militar del 36-39, auspiciada -ésta sí- por la mayor parte de la derecha española dentro y fuera de Cataluña.

Guardo las notas de una larga y completa conversación, mantenida un frío día de diciembre de 1976 en el poco confortable Coll de Mosny (San Martín de Tours), con Josep Tarradellas y María Antonia Macià. Repasándolas ahora, llego a la conclusión de que los argumentos del señor Niño en defensa de las tesis de Josep Benet son tan endebles como malintencionadas. Y, desde luego, el último -Tarradellas impuesto por Suárez- está tan lejos de la verdad que causa sonrojo verlo utilizado por un autocalificado profesional de la historia.- José A. Baonza.