Roberto d'Aubuisson, abanderado del terror negro en El Salvador
El ex mayor salvadoreño Roberto d'Aubuisson, creador de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), falleció el pasado jueves en un hospital de San Salvador. Alfredo Cristiani, presidente del país, le condecoró a título póstumo y decretó tres días de luto nacional. La oposición, sin embargo, sólo ha expresado tibias muestras de condolencia a su familia.
Un cáncer de laringe extendido en su fase terminal por otras partes del cuerpo ha puesto fin a la vida de uno de los personajes más siniestros, feroces y tenebrosos de la historia contemporánea salvadoreña. El ex mayor Roberto d'Aubuisson, hace unos años definido con repugnancia por el que fue embajador de Estados Unidos en este país centroamericano Robert White como "un asesino patológico", falleció el jueves en un hospital privado de San Salvador.El caudillo D'Aubuisson, creador de Alianza Republicana Nacionalista (Arena), partido de origen militarista que aupó al poder en 1989 al hoy presidente Cristiani, se lleva a la tumba el secreto mejor guardado por la sanguinaria extrema derecha salvadoreña: el asesinato en 1980 del arzobispo de El Salvador Óscar Arnulfo Romero.
Roberto d'Aubuisson fue inculpado por el anterior presidente salvadoreño, Napoleón Duarte, fallecido también de un cáncer, de ser el responsable máximo de la muerte de Romero, pero jamás se obtuvieron pruebas contundentes que esclarecieran su participación. Días antes de la muerte de Romero, este tenebroso personaje, creador de los fatídicos escuadrones de la muerte, se atrevió a amenazar por televisión al arzobispo y advertirle que "todavía estaba a tiempo de enmendar su camino".
La muerte le ha llegado a D'Aubuisson a los 48 años, después de haber fracasado en el camino hacia sus dos máximas ambiciones: llegar a ocupar en su hombrera el máximo estrellato militar y alcanzar la presidencia de la República, esto último como caudillo de una oligarquía que no confió nunca en la Democracia Cristiana y que se valió años atrás del Ejército para defender sus privilegios.
Lo primero provocó lo segundo. D'Aubuisson fue despojado de su uniforme con el empleo de mayor (comandante) en 1979 por ser incompatibles sus actividades violentas con la ética militar, y frenado unos años después en su intento de ser presidente de la República por la presión internacional, especialmente la de EE UU, país que llegó a negarle el visado.
El ex mayor D'Aubuisson ha sido el prototipo de un hombre sin escrúpulos, promotor de la violencia institucional jamás sospechada, que inició a la edad temprana de 15 años la carrera de las armas en un colegio militar de El Salvador y optó por la vía de los servicios secretos como mayor distintivo de su formación diplomada, después de pasar por academias de alto adiestramiento militar de Estados Unidos y Panamá.
Fue jefe de los servicios secretos militares de El Salvador a finales de 1970, se destacó años atrás como elemento represivo dentro de la temida Guardia Nacional.
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