_
_
_
_
Tribuna:LAS HUELGAS EN EL TRANSPORTE PÚBLICO
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Madrid, como rehén

Madrid atraviesa días dificiles y la indignación crece entre los ciudadanos. La ciudad se desespera en un atasco sin fin, mientras que los comercios de nuestra capital, sus fábricas, colegios y hospitales, ven roto su ritmo habitual por huelgas en el transporte público, en las que no se respetan siquiera los servicios minimos. Las imágenes que nos muestran los medios de comunicación, en las que los trabajadores se apiñan inútilmente en las bocas del metro o en las paradas de autobús para acudir a sus puestos de trabajo deben preocuparnos a todos los que tenemos, en mayor o menor medida, la responsabilidad política de representar a los vecinos de esta ciudad.Y nos preocupa porque es un conflicto que alcanza a todos los usuarios habituales del transporte público. Es decir, a los trabajadores y jóvenes de la ciudad, que son aproximadamente un millón de madrileños que a diario utilizan los servicios de la EMT y el Metro. Igualmente afecta al resto de los madrileños, que ven cómo pasan las horas inútilmente enredados en atascos monumentales. Y, como colofón, estos paros perjudican a los propios trabajadores de las empresas de transporte, que van a perder con esta huelga una parte sustancial de su salario.

Este conflicto, grave por todas sus consecuencias, tiene, causas concretas. El gobierno municipal de la derecha ha puesto en cuestión la viabilidad de las empresas de transporte público, regateando e incumpliendo su aportación al Consorcio Público de Transportes y adoptando ante los sucesivos conflictos surgidos en los tres últimos años actitudes contradictorias, marcadas por la falta de autoridad y las concesiones excesivas e injustificadas. Con ello han dado origen a un modelo sindical atípico e irresponsable, que sirve de coartada a las posiciones privatizadoras de la derecha. Es en estas actitudes poco serias donde se encuentra, tal vez, la raíz de los problemas que padecemos hoy.

En el grupo municipal socialista tenemos la convicción de que es necesario colaborar para resolver este problema y cualquier otro que afecte a los ciudadanos que han depositado en esta corporación su confianza. Por ello ofrecemos nuestro esfuerzo, nuestras ideas y nuestras iniciativas con talante abierto y flexible, y con la firme voluntad de defender en todo momento los intereses de los madrileños.

Credibilidad sindical

Entendemos que las huelgas salvajes en el transporte público y el incumplimiento de los servicios mínimos son actos inadmisibles, que rompen las más elementales normas de convivencia. La simultaneidad del conflicto en el metro y los autobuses, así como la duración excesiva de los paros, han perjudicado a todos los madrileños, especialmente a los trabajadores y vecinos de los barrios periféricos de la ciudad, lo cual pone en peligro la credibilidad de los propios sindicatos.

Nosotros creemos en un sindicalismo fuerte y eficaz, por lo que hacemos un llamamiento a la responsabilidad de los sindicatos convocantes y les pedimos que hagan un pacto con la ciudad, desconvoquen los paros y mantengan negociaciones para lograr sus justas reivindicaciones.

Al mismo tiempo, y sin restarle importancia, hemos de denunciar la postura de inhibición adoptada por el Partido Popular en este conflicto. Ante ello, exigimos al alcalde de Madrid que, como máximo responsable del transporte de la ciudad, intervenga activamente y de inmediato con la capacidad política que en estos casos debe demostrar la primera autoridad municipal. Solarhente mediante actitudes firmes y claras, pero abiertas al diálogo, es posible cimentar la paz social necesaria para evitar que se produzcan huelgas como las que hoy padecemos en Madrid.

Desde el grupo municipal socialista hacemos una apuesta clara por un transporte público eficaz, cómodo y rápido, con medios materiales suficientes y trabajadores al servicio de la ciudad, como sucede en las princiá. pales capitales europeas.

La situación actual pone en evidencia la fragilidad de la ciudad y nos invita a reflexionar sobre sus conquistás y sus incomodidades; en definitiva, sobre el modelo de futuro de las concentraciones urbanas. La ciudad expresa hoy melancólía por un pasado que no volverá y nostalgia de futuros menos inciertos y más integradores.

Juan Barranco es el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_