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Parretti negocia con Fiorini para tratar de evitar la quiebra de Viajes Meliá

Los financieros italianos Giancarlo Parretti y Fiorio Fiorini mantuvieron a lo largo de la semana pasada diversos contactos tendentes a solucionar los serios problemas por los que atraviesa Viajes Meliá, según confirmaron fuentes próximas a la compañía. La fecha tope para que estos contactos lleguen a buen término es el próximo viernes, día 21, jornada en la que se celebrará en Valencia la junta de la sociedad.

Esta junta es absolutamente vital para el futuro de la agencia de viajes, que se ve sumida en una profunda crisis por la falta de dirección. En la actualidad, Giancarlo Parretti controla los órganos de decisión de la sociedad, aunque la mayoría del capital no esté en sus manos. Es el otro financiero italiano, Fiorio Fiorini, el que controla el 70% del capital de Corporación Viajes Meliá, sociedad que es la principal accionista de Viajes Meliá.La historia de las relaciones entre los dos hombres de negocios italianos es curiosa. De socios inseparables pasaron, a raíz de la compra de la Metro Goldwyn Mayer, a ser enemigos irreconciliables, hasta el punto de ponerse auténticas zancadillas en los consejos de administración en los que ambos estaban presentes.

Si los contactos amistosos que parecen haber emprendido fraguan el próximo viernes en Valencia estaremos ante un nuevo episodio de la rocambolesca realación de amor y odio entre Parretti y Fiorini.

Este entendimiento se hace cada vez más necesario para la supervivencia de una empresa como Viajes Meliá. Ayer mismo había fuertes rumores de que la compañía podía verse afectada en breve por una quiebra. No obstante, fuentes oficiales del consejo de administración de la compañía desmintieron categóricamente esta posibilidad.

Sea como fuere, lo cierto es que la situación económica de una de las agencias de viaje más representativas del mercado español es crítica. Desde hace varios años su balance no sabe cómo son los beneficios. El último vago recuerdo, cinco millones de pesetas, es de 1989. Ex directivos de la compañía señalan que en 1990 Meliá perdió en torno a 1.200 millones de pesetas, y que el año pasado esas pérdidas fueron muy superiores, aunque este dato no ha sido ratificado por la actual dirección.

En cuanto a la facturación, también ha sufrido un serio retroceso en los últimos meses. En la parte final de la década de los ochenta, la facturación de Viajes Meliá rondaba los 68.000 millones de pesetas, cifra que en los últimos ejercicios se ha colocado en la mitad.

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