No rozar; peligro de muerte
Los coches deben pasar bajo las torres de alta tensión en Pozuelo
Una línea de alta tensión de la empresa Iberdrola está plantada en medio de la calle del Madroño, en el municipio de Pozuelo de Alareón (40.500 habitantes). Entre las estructuras metálicas, en las que cuelga el cartel de peligro de muerte, circulan toda clase de vehículos. Los vecinos han pedido al alcalde, José Martín Crespo, del Partido Popular, que corte el tráfico en la zona y suprima las torretas. Pero Iberdrola dice que llegó allí antes de que hubiera urbanizaciones y no va a correr con los gastos del traslado.
La asociación de vecinos Los Cerezos-El Paular, de Pozuelo de Alarcón, ha exigido al alcalde que cierre al tráfico la calle del Madroño, en la que los vehículos se ven obligados a circular bajo torres de una línea eléctrica de alta tensión. El presidente de la asociación vecinal, Juan de Pablo Ayuso, asegura que los técnicos de Iberdrola le han manifestado su inquietud por la ausencia de medidas de protección en los apoyos de las torres. El contacto con las estructuras metálicas puede producir graves accidentes por descargas eléctricas.
Camiones con gas
Los vecinos denuncian el paso constante de automóviles bajo las estructuras metálicas. Los vehículos de gran tonelaje, en ocasiones camiones cisterna cargados de gas propano, tienen que maniobrar con grandes dificultades para dar marcha atrás. Lo mismo le ocurre al vehículo de recogida de basuras del Ayuntamiento de Pozuelo. El presidente de la asociaciación advierte que responsabilizará al Ayuntamiento por los daños que puedan causarse "por acción, omisión o negligencia".Para el alcalde de Pozuelo, el problema surgió por la alegación que han planteado los vecinos al Plan General de Ordenación Urbana, que prevé abrir en la calle del Madroño una avenida de 20 metros de anchura en la zona actualmente ocupada por las torres de alta tensión. Según Martín Crespo, éste es el único tramo que falta para abrir la nueva vía al tráfico.
"Habrá que expropiar cuatro chalés y parte de los jardines de algunas casas", precisa el alcalde de Pozuelo, arquitecto de profesión, quien considera que el conflicto obedece a los intereses de los propietarios -"No se han quejado en los últimos años por la línea eléctrica"- que ahora se enfrentan a las disposiciones urbanísticas.
El pleno del Ayuntamiento de Pozuelo tendrá la última palabra para resolver el recurso de los vecinos, aunque Martín Crespo asegura que la avenida de los Madroños, que enlaza las urbanizaciones con el centro del municipio, será completada. El alcalde considera que los edificios se construyeron en las inmediaciones de la línea eléctrica "a sabiendas de que el Ayuntamiento, más tarde o más temprano, iba a expropiarlos".
Carlos Prieto, portavoz de la compañía Iberdrola, propietaria de la línea de alta tensión, precisa que Iberduero instaló las torres hace unos 50 años, en una zona que era entonces un descampado y en la que fueron surgiendo edificaciones a pocos metros de las torres de apoyo. "No sabemos quién dio permiso para construir, pero ahí están las casas". En 1983, según el portavoz de Iberdrola, una cooperativa de viviendas solicitó que se elevara el paso de los cables, que coincidían con los tejados de una urbanización.
Por el momento, la compañía eléctrica no se da por enterada y se limita a anunciar que mantendrá la línea de alta tensión, que, una vez concluidas las obras de ampliación de la avenida, discurrirá por el centro de una amplia avenida. En otros lugares, la presencia de las líneas de alta tensión ha desatado las protestas de los vecinos. En el distrito de Usera, las asociaciones reclaman desde hace años el enterramiento de los cables a su paso por la colonia de Orcasitas y el parque de Pradolongo. Y en los municipios de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, medio millar de vecinos se quejan del zumbido que producen 100.00 voltios sobre sus cabezas.
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