La fuerte actividad desde octubre, primer indicio de que la crisis textil empieza a tocar fondo
El textil-confección registra desde hace cuatro meses una fuerte recuperación de pedidos que viene a demostrar, en palabras de un empresario, que la crisis del sector "puede haber tocado fondo", No obstante, el conjunto de la industria mantiene un considerable escepticismo sobre la duración y los efectos de este aumento de actividad, debido a dos factores esenciales: los pedidos son a muy corto plazo y, sobre todo, los precios de venta son muy poco competitivos.
"El pasado año no fue favorable, porque transcurrió en un ambiente de estancamiento de la actividad. Pero desde octubre ha habido una recuperación en la mayoría de los subsectores", afirma Víctor Fabregat, director del Centro de Información Textil y de la Confección (CITYC), un organismo patrocinado por el Ministerio de Industria y la patronal Consejo Intertextil Español encargado de la coordinación y mejora de la información del sector."Nosotros tenemos trabajo, pero mal pagado", advierte Antoni Serra Martí, uno de los tradicionales hombres fuertes del subsector algodonero y presidente de Serra Feliu, SA "Hacemos productos muy sofisticados, porque es la única forma de evitar la competencia extranjera. Pero aun así tenemos un techo que no podemos sobrepasar". Serra Martí se declara "optimista, pero muy cauto". "Uno de los grandes problemas que tenemos", se sincera, "es que el sector ha perdido la confianza de los bancos, aunque siempre hay excepciones".
Salvador Maluquer, secretario de la Asociación Industrial del Proceso Algodonero, admite que el sector se está recuperando, pero que esta recuperación aún no es tangible ni definitiva: "Los niveles a que llegamos fueron tan bajos que la recuperación del cuarto trimestre quizá signifique que hemos tocado fondo".
"Pan para hoy"
"La recuperación afecta a la actividad, pero no a los precios", advierte, "con el inconveniente de que los pedidos son a muy corto plazo. No se asegura trabajo para largos periodos. Por eso, las perspectivas no son claras. El pulso del mercado no es fuerte y no se ha continuado estimulando esta situación", estima el representante de Aitpa."Financieramente está por ver qué resultados tendrá todo esto, porque si la actividad es alta pero no se ligan los costes con los precios, es pan para hoy y hambre para mañana. Aunque fuera verdad que hemos tocado fondo, aún no se puede decir que el textil ya ha empezado su recuperación", añade Maluquer.
El problema es que las fuertes presiones de las importaciones, a precios muy competitivos, obligan a la industria española a reducir sus presupuestos para impedir la fuga de pedidos. "Nos hacen encargos, pero nos exigen que les fijemos el mismo precio que deberían pagar por la misma mercancía en el mercado importador", reconoce un industrial.
A juicio de un portavoz del Consejo Intertextil, patronal que preside Antoni Civit, "la crisis hasta ahora ha sido de mejoras tecnológicas, ha introducido maquinaria nueva. Esta mayor capacidad productiva provocó una selección de empresas que derivó hacia el cierre de las menos competitivas y la pérdida de empleo. En realidad no era crisis del textil, era una crisis tecnológica".
Según las cifras todavía provisionales que maneja el CITYC, las insolvencias del sector se elevaron a 9.700 millones en 1989, para saltar a 36.600 en 1990 y 23.000 en 1991, un año en el que se superarían los 27.000 millones si se incluyen los percances de las empresas fabricantes de maquinaria textil. En enero han continuado las suspensiones, "pero han sido casos poco significativos", según Fabregat.
Suspensiones y quiebras
La lista de caídos el año pasado es larga y densa. Entre las quebradas destacan Textil Besòs (Barcelona, 2.439 millones de pasivo), Mallatex Internacional (Barcelona, 795), Jacinto Viladomiu (Barcelona, 622), Minvats (Igualada, 500), Claramunt (Igualada, 200), Plise (Barcelona, 60) y Saik (Hospitalet, 56).Entre las suspensiones de pagos, algunas ya levantadas, merece citarse a Hilaturas Gossypium (Barcelona, 3.599), Mora (Ontinyent, 1.355), Géneros de Punto Nerva (Barcelona, 987), Manufacturas Valls (Barcelona, 656), Pilar Salvadora Cortés Cortés (Sant Boi de Llobregat, 61 l), Ferrer (Barcelona, 555), Hilados y Peinados Montcabre (Cocentaina, Alicante, 538), Jaton (Barcelona, 491), Maria Asunción Clavell (Mataró, 482), Hijos de Deogracias Ortega (Madrid, 450) y Viriato (Oredenes, La Coruña, 420).
En 1991 el consumo industrial de fibras se ha mantenido como en 1990, las importaciones de manufacturas han aumentado de 211.000 toneladas a 241.000, mientras las exportaciones sólo han subido de 186.000 a 195.000. El consumo interno aún se mantiene por debajo de los niveles de hace dos años en términos brutos (513.000 toneladas en 1989, 492.000 en 1990 y 511.000 en 1991), mientras en términos por habitante ha subido a 12,9 kilos por persona, frente a 12,5 kilos en 1990 y 13,1 kilos por persona en 1989.
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