Cason y Ottey rompen en Madrid las plusmarcas mundiales de 60 metros lisos
Andre Cason devolvió ayer en Madrid el récord mundial de 60 metros lisos al mismo registro -6.41 segundos- que tenía Ben Johnson antes de que todas las marcas del canadiense fueran retiradas por dopaje. Este dato avala el extraordinario valor del tiempo que consiguió el diminuto velocista estadounidense. Momentos antes, la jamaicana Merlene Ottey rompió por vez primera la barrera de los siete segundos en la misma distancia: 6.96 segundos. Dos plusmarcas de semejante calibre explican el estado de efervescencia de la velocidad en el año olímpico. Lo mejor queda por venir.
Cason pertenece a una especie que hasta ahora era señalada con desprecio. Es un velocista de bolsillo. Cason mide 1,72 metros y tiene la pinta de los atletas que sólo tienen gasolina para 60 metros. Ha habido unos cuantos de ellos: Houston McTear y Korneliuk en los años 70, y ahora Jason Livingstone, ese pequeño inglés que parece una bombita ambulante. Tipos rapidísimos que mueren traicionados por su físico: les falta cuerpo para medirse con los mejores en los 100 metros, la distancia noble. Pero Cason está dispuesto a desafiar las leyes. Sobre 60 metros, ya se ha situado en los mismos niveles que Ben Johnson. En 100 metros consiguió el pasado año 9.99. Nunca un atleta tan bajo ha sido capaz de bajar de la frontera de los 10 segundos. Y las matemáticas le favorecen. El pasado año ganó el Mundial en pista cubierta con 6.54 segundos. Ahora es 13 centésimas más rápido. Su progresión le sitúa como una amenaza para Lewis y Burrell en los Juego de Barcelona.La ventaja de Cason sobre Ben Johnson es que no vive de su salida. Todavía puede mejorarla. Cason despega rápido, pero sin excesos. En Madrid su aceleración fue imparable a partir de los 15 primeros metros. En la grada, un velocista español hacía un gesto de desánimo. "Cuando veo a un tipo así, me pregunto para qué corro". El comentario reflejaba la fascinación hacia Cason, un atleta eléctrico. "Tiene un tobillo de goina", decía Javier Arqués La expresión se refería al grado de aprovechamiento que hace el estadounidense de su contacto con el suelo. Cason transmite la potencia de su pisada de forma instantánea, sin apenas desgaste por el rozamiento. Esa electricidad le convierte en una dinamo humana.
A su calidad neuromuscular ha unido un incremento notable de su volumen físico. Cason quiere suceder a Johnson y convertirse en la nueva estrella de la velocidad. En pista cubierta no tiene rival. Esta temporada ha recortado siete centésimas a la marca mundial que tenía Leroy Burrell en 60 metros lisos. Primero en Gante -6. 45- y ayer en Madrid, donde el segundo -el canadiense Bruno Surin- llegó a 12 centésimas. El reto es dar el salto a los 100 metros como Ben Johnson. Las perspectivas son inmejorables: se desgasta muy poco en las carreras, tiene potencia y no parece verse traicionado por su tamaño. De hecho su pedigrí es de primera: fue campeón mundial junior en 1988 (10.08) y ya ha bajado de 10 segundos. Por lo demás, sólo tiene 23 años y es ambicioso. Ayer dijo que quería batir el record mundial de 100 metros. Probablemente estemos ante 1a nueva estrella de la velocidad mundial.
El récord del mundo de Merlene Ottey en 60 metros lisos tuvo varias cosas en común con la carrera de Cason. Como el estadounidense dio 30 zancadas en la prueba y también rebajó en cuatro centésimas el récord mundial anterior, que en la categoría femenina estaba en poder de la holandesa Nelly Cooman (7. 00 segundos). Ottey es ligeramente más alta que Cason -1,74metros- y dispone de la misma amplitud de zancada: dos metros de media. La diferencia entre los 6. 41 segundos del estadounidense y los 6. 96 de la jamaicana está en la frecuencia. Cason da 4,68 zancadas por segundo, frente a las 4,31 de Ottey.
Al borde de los 32 años, Ottey es inoxidable. En Madrid batió por una centésima a la rusa Privalova, una atleta acaballada que se maneja de perlas en la pista cubierta. Sobre Ottey sólo planea la duda sobre su fortaleza psicológica: aún no ha conseguido una victoria individual en los Juegos Olímpicos o en los Mundiales.
Récords de Chico y Cacho
La reunión también proporcionó buenas noticias caseras. Fermín Cachó ganó la carrera de 1.000 metros con un tiempo de 2. 20. 18, nuevo récord español. Mejor que el registro fue el modo de conseguir el triunfo. De nuevo, Cacho confirmó su mentalidad competidora. En una pista corta, de virajes difíciles, el mediofondista español superó al norteamericano George Kersh en la última recta, con seguridad y poderío. Y Kersh es una buena referencia. Es un atleta que ha bajado de 1. 44 minutos en 800 metros. En pértiga, Javier García Chico superó su plusmarca nacional con un salto de 5,76 metros, un centímetro más que su reciente récord. Sin embargo, no pudo conquistar la victoria ante los jóvenes cachorros de Sergéi Bubka: Tarasov y Ryzhenkov, que saltaron 5,81 metros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.