Otros 600 pisos de Barcelona deben ser derribados por aluminosis

Un total de 609 pisos afectados de aluminosis y situados en el barrio barcelonés de la Verneda deben ser derribados como consecuencia del alto grado de deterioro de sus estructuras, según un informe técnico realizado por encargo del Patronato Municipal de la Vivienda de Barcelona.

Las reducidas dimensiones de la viviendas afectadas, de unos 40 metros cuadrados de superficie habitable, y la deficiente calidad de la construcción desaconsejan la reparación de los edificios, cuyo coste económico sería muy elevado. Los ocupantes de los pisos son en su mayoría propietarios de los mismos y constituyen familias trabajadoras que inmigraron a Barcelona hace 30 años. La decisión de derribar el polígono, algunas de cuyas viviendas están ya apuntaladas, sólo está pendiente del visto bueno de la Dirección General de Arquitectura de la Generalitat.Las catas realizadas en los bloques de tres plantas de la Verneda, construidos en los primeros años cincuenta por el Patronato Municipal de la Vivienda, demuestran que las partes más dañadas de los edificios son los voladizos de los patios interiores y los balcones; es decir, las partes más expuestas a la humedad y los cambios de temperatura. Estos dos agentes medioambientales son los principales enemigos de los edificios construidos con cemento aluminoso, un material profusamente utilizado en los años cincuenta y sesenta en Cataluña, Baleares y Canarias.

El deterioro de los bloques del grupo de la Verneda, que consta de un total de 653 pisos en los que residen unas 2.400 personas, es muy similar al registrado en otros dos polígonos de viviendas de Barcelona: el Polvorín, en la Zona Franca, donde hay 500 pisos condenados al derribo, y el Turó de la Peira, donde el hundimiento de un edificio que costó la vida a una persona en 1990 dio la voz de alarma sobre el peligro de la aluminosis. En el Turó los técnicos han aconsejado la demolición de casi 400 viviendas.