Las líneas interurbanas entran en Madrid para conectar con Renfe

El Consorcio Regional de Transportes ha tomado sendas medidas de emergencia para paliar los efectos de las huelgas en el Metro y en la EMT. En los próximos días, las líneas de autobuses interurbanos entrarán en la ciudad para llevar a los viajeros hasta las estaciones de Renfe, en las que podrán conectar con el eje de Atocha-Chamartín entre las siete y las nueve de la mañana, periodo en que no hay metro.El precio del trayecto será de 55 pesetas, siendo también válido el abono de transportes para la zona A. Esta medida, en vigor desde hoy mismo, se complementa con el aumento de la frecuencia de los trenes de la línea Chamartín-Atocha: cada tres minutos pasará un tren.

En concreto, los autobuses procedentes de San Sebastián de los Reyes y Alcobendas (líneas 154 y 153), así como los de Alcalá de Henares y Torrejón (22 3 y 224), llegarán hasta Nuevos Ministerios. Los procedentes de Arganda y Rivas (311 y 331) terminarán en Atocha; los de Leganés (484), en la glorieta de Embajadores, y los de Pozuelo (656) en la plaza de Cibeles.

De este modo, según afirmó ayer Julián Revenga, presidente del Consorcio Regional de Transportes, los madrileños caminarán como mucho un kilómetro y medio hasta sus puestos de trabajo, al poder suplir al metro con la red de cercanías.

Para facilitar la circulación de estos autobuses, la Policía Municipal vigilará especialmente los carriles-bus para que estén despejados.