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El liberal Yelev consigue la presidencia de Bulgaria en la segunda vuelta

Yeliu Yelev, candidato de la Unión de Fuerzas Democráticas (UFD), ha obtenido el triunfo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas ayer en Bulgaria. Los primeros resultados oficiales, ofrecidos anoche por la comisión electoral cuando el escrutinio alcanzaba un tercio de los colegios, otorgan a Yelev un 53,68% de los votos frente a un 46,32% de su opositor, el ex comunista Velko Valkanov, de] Partido Socialista Búlgaro (PSB).

Los búlgaros acudieron ayer a las urnas con la opción de romper definitivamente con el pasado comunista, al tener que elegir como presidente entre quien ahora ocupa interinamente esa primera magistratura, el reformista Yeliu Yelev, partidario de la economía de mercado, y el independiente Velko Valkanov, apoyado por los comunistas.Cuando Yelev acudió al colegio electoral a depositar su papeleta fue recibido eufóricamente por los otros votantes, recepción que no tuvo un Valkanov que votó con la máxima discreción y cuyo mensaje nacionalista parece no haber calado en un electorado que se sabe miembro de una Bulgaria que comparte fronteras con Serbia, Macedonia, Grecia y Turquía, un foco de tensiones étnicas y nacionalistas que históricamente ha provocado numerosas guerras.

La participación empezó con desgana por la mañana, a lo que contribuyeon un día frío y la nieve, aunque a mediodía ya había colas en los colegios y en algunas zonas había votado más de la mitad del electorado. Los votantes y seguidores del presidente que coincidieron con Yelev ante la urna de un colegio en muy mal estado recibieron a este hombre de pelo cano, de 56 años, antiguo filósofo y líder que fuera de la Unión de Fuerzas Democráticas (UFD) con gritos de "¡Yeliu!, iYeliu!".

Tras depositar su voto y firmar copias de su libro Fascismo, Yelev habló brevemente de la necesidad de que los Balcanes sean una zona estable y declinó hacer pronósticos sobre el resultado de esta segunda vuelta electoral, provocada por el hecho de que ninguno de los 22 candidatos que concurrieron a la primera, el pasado domingo, obtuvo la mayoría. Yelev logró el 44% de los sufragios, y Valkanov, el 30%.

La mesura de Yelev contrastaba con la euforia de sus seguidores, entre quienes destaca el líder sindical anticomunista Konstantin Trenchev, quien no dudó lo más mínimo cuando se le inquirió sobre la suerte de Yelev. "No hay duda sobre la victoria de Yelev. Será categórica", vaticinó.

Lentitud en las reformas

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En un debate electoral televisado el viernes, Yelev dijo estar preocupado porque la reforma política y económica va demasiado despacio en Bulgaria. Cuando Valkanov le interrogó sobre cómo pensaba mantener la seguridad social, Yelev le replicó: "Mire, todavía no hemos acabado con el comunismo. Aquí hay un 95% de comunismo, que controla el país".Bulgaria se deshizo del dictador Todor Yivkov en 1989, pero votó por los comunistas en las primeras elecciones libres, celebradas en junio del año siguiente. Sólo 16 meses más tarde, el pasado mes de octubre, la UFD, de Yelev, obtuvo la mayoría parlamentaria y pudo formar el primer Gobierno no comunista.

Valkanov, con el apoyo de la segunda fuerza política del país, el Partido Socialista de Bulgaria (formado por los ex comunistas) y por una docena de partidos nacionalistas, todavía confiaba ayer, antes de que se conociesen los resultados oficiosos, en confirmar el aliento de uno de cada tres electores hace una semana.

Sobre el tapete estaban ayer el reconocimiento diplomático de la república de Macedonia, efectuado por el Gobierno inspirado por Yeliu Yelev y que ha conducido a un empeoramiento de las relaciones con Grecia y con Serbia.

No obstante, la auténtica dicotomía sobre la que se pronunciaron los 6,3 millones de búlgaros con derecho a voto era si optar por el filocomunismo o romper definitivamente con el pasado, y se manifestaron por la ruptura.

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