Fuerte aumento del comercio entre Taiwan y el antiguo bloque oriental europeo
El comercio entre Taiwan y Europa del Este y las antiguas repúblicas soviéticas aumentó un 56% el año pasado y, según dijeron fuentes oficiales y financieras ayer, el boom continuará. A cambio de materias primas, el país asiático exporta ordenadores, maquinaria y textiles. Es una de las economías más florecientes de Asia que cobra cada vez más fuerza en el escenario financiero internacional tras convertirse en el mayor depósito del mundo en moneda extranjera con 80.000 millones de dólares en reservas de divisas.
"Esperamos que este año crezca todavía más el comercio con el bloque oriental" dice un portavoz del consejo de Comercio Exterior. El intercambio con la antigua Unión Soviética, Hungría, Polonia, Checoslovaquia, Bulgaria, Rumanía y Yugoslavia alcanzó los 708 millones de dólares (71.000 millones de pesetas) en 1991 frente a los 453 millones de dólares el año anterior, señala la misma fuente. Este año podría alcanzar los 1.000 millones."Nuestro comercio con Europa del Este crecerá tanto o más que el año pasado y se reducirá algo con la ex Unión Soviética" considera el vice ministro de Economía Chiang Pin-kung. La elevada tasa de inflación y la caótica situación económica que se deriva de las reformas económicas en Rusia y las otras repúblicas frenará, según Pingkun, el intercambio.
Las importaciones de Taiwan de productos del antiguo bloque comunista aumentan más rápidamente que las exportaciones del país asiático. El año pasado, las importaciones crecieron un 81% con respecto a 1990, mientras que las exportaciones crecieron un 45%. "Nuestras economías son complementarias", dice el directivo de una firma que comercia con Europa del Este. Taiwan exporta computadoras, textiles, maquinaria y otros productos manufacturados e importa materias primas como algodón, .productos químicos, acero, hierro, etc....
Además de ampliar sus mercados, Taiwan, que alcanzó este mes los 80.000 millones de dólares de reservas en divisas y se ha convertido en el mayor depósito del mundo en moneda extranjera, está imponiendo su presencia en el campo de las finanzas con una rapidez que no logra establecer en el flanco político. Reconocida como nación únicamente por 29 países, la isla, que reclama desde hace más de cuatro décadas la soberanía de toda China y es considerada una provincia por Pekín, disfruta de una de las economías más florecientes de Asia y su producto interior bruto (PIB) ha crecido durante el año 1991 un 7,2%, uno de los índices más elevados de cualquier economía en alza.
'Joint ventures'
Todo está dirigido en Taiwan a la conclusión de negocios y joint ventures. Quien rellene la casilla de business al declarar los motivos de su visita al territorio que perdió su asiento como nación en la ONU en 1971, recibirá en el hotel una media diaria de tres o cuatro llamadas. "Somos de la Asociación de Comercio... Quisiéramos ofrecerle la posibilidad de trabajar con nosotros". Esta agresividad, apoyada por el Gobierno, ha tenido resultados positivos.
Tres son, sin embargo, los factores principales que contribuyeron a la masiva y creciente acumulación de reservas, a las que hay que añadir seis millones de dólares en oro: un superávit comercial cercano a los 13.000 millones de dólares (1,3 billones de pesetas), la compra de divisas por el banco central y los altos dividendos generados por los propios depósitos. Con Japón, la balanza es deficitaria, 10.000 millones en un comercio exterior total de 70.000 millones de dólares, mientras el superávit con Europa es de 3.700 millones.
Contrariamente a otros países asiáticos que también crecen, Taiwan, superada la inflexión de 1990, tiene una tasa de inflación baja, del 3,5%.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.