Un DC-10 de Iberia que llevaba agua mezclada con el combustible hizo un aterrizaje forzoso

Un portavoz de Iberia reconoció ayer que un DC-10 de la compañía, con 205 pasajeros a bordo y que hacía el trayecto Madrid-Santo Domingo-La Habana, tuvo que efectuar el pasado 28 de noviembre un aterrizaje imprevisto en el aeropuerto de San Juan de Puerto Rico debido a que, "por causas que se desconoce, llevaba un exceso de agua en los depósitos del aparato mezclada con el combustible". En un comunicado posterior, la compañía calificó de "insignificante" la cantidad de agua drenada de los depósitos. "No hubo aterrizaje de emergencia ni riesgo de estrellarse", añadió.Según publicó ayer Diario 16, "técnicos de Iberia" revelaron que el avión, como consecuencia de la mezcla de agua y combustible, sufrió fallos intermitentes en sus motores y tuvo que desviar y realizar un aterrizaje de emergencia". El aparato, de nombre Valdivia, "portaba 4.000 litros de agua mezclados con los 120.000 de queroseno que necesitaba para el trayecto".

Los técnicos de Iberia que informaron del percance atribuyen la presencia del agua a una filtración en los depósitos 41 y 46 que Campsa posee en Barajas. Las últimas lluvias, según una de las hipótesis que barajan los citados técnicos, podrían ser la causa de la filtración.

El diputado del Partido Popular (PP), Blas Camacho, que ha presentado una pregunta en el Congreso sobre este tema, ha señalado que el piloto optó por aterrizar 500 kilómetros antes de llegar a su primer destino. "No me quiero imaginar lo que habría pasado si los motores comienzan a fallar media hora antes y el avión cae al mar", declaró. El comunicado de Iberia critica al parlamentario por haber filtrado la información, "plagada de graves errores".

El portavoz de Iberia señaló que "es absurdo que el avión saliera de Madrid con 4.000 litros de agua en sus depósitos. No habría podido ni despegar". Admitió que esta compañía y Campsa responsable de los depósitos de combustible de Barajas, han abierto una investigación.