La policía busca a una pareja desaparecida el día después de su boda
Fernando Gonçalves García y Encarnación García García, de 24 y 23 años, respectivamente, habían proyectado irse de viaje de novios a Almería. Un grupo de amigos les dejó en una parada de taxis de San Fernando de Henares al día siguiente de su boda. Era el 24 de noviembre. Desde entonces, sus allegados no han vuelto a tener noticias de ellos. Saben que no llegaron a su destino y que iban cargados de dinero porque lo habían preferido a los regalos.
Fernando Gonçalves acababa de conseguir un contrato de seis meses en la empresa en la que trabajaba, y Encarnación García estaba esperando cobrar el paro, aunque tenía proyectos de trabajo. Ambos residen en Aldea del Fresno, donde tienen una casa, en la que convivieron durante casi dos años antes de casarse el pasado 23 de noviembre.Al día siguiente de la boda acudieron a San Fernando de Henares para depositar el ramo de la novia en la tumba de un amigo, Julián Gómez Hernández, recientemente fallecido en accidente laboral. Su viuda, Esmeralda Cañada, fue uno de los allegados a la pareja que la vio por última vez. "Llegaron a San Fernando a las 22.30, así que ya no pudieron entrar en el cementerio. Me dejaron el ramo para que yo lo llevara a la tumba de mi marido al día siguiente. Estuvimos en un bar y luego les dejamos en la parada del autobús, que también es parada de taxis. Dijeron que lo que antes llegara lo cogían para irse a la estación. Dijeron que se iban a Almería". Allí, a las doce de la noche, se pierde definitivamente el rastro de la joven pareja.
La familia de Fernando, que vive en Cadalso de los Vidrios, empezó a alarmarse cuando pocos días después, el 3 de diciembre, éste no llamó para felicitar a su hermano pequeño que cumplía 17 años. A partir de ahí, la angustia ha ido creciendo en casa de los Gonçalves y los García. "Fernando siempre me llamaba por teléfono desde donde esté. Los amigos de Almería me dijeron que por allí no habían estado, y en el trabajo tampoco ha aparecido, cuando tenía que haberse incoporado el 10 de diciembre".
"Me temo lo peor"
Angelines García, la madre de Fernando, esperó aún unos días más. Un compañero de trabajo le dijo que creía que aquél pensaba tomarse vacaciones hasta el 16 de diciembre, pero tampoco se incoporó ese día. Finalmente, el 22 de diciembre, puso la denuncia en Aldea del Fresno.
Fernando Gonçalves es obrero de cerrajería y acababa de ser contratado en la empresa de Leganés de cerramiento metálicos Agra. En dicha empresa informaron ayer que esperaban a Gono;alves el 10 de diciembre y que no saben nada de él, excepto que ha desaparecido, según les han comunicado sus familiares. Esmeralda, la amiga de la pareja, corroboraba ayer la versión de que ni Fernando ni Encarnación tenían motivos para quererse ausentar voluntariamente. "Al contrario" explica. "Ahora habían empezado a levantar cabeza. Estaban encantados y con muchas ganas de vivir. Me consta que se llevan bien con sus familias"..."Yo me temo lo, peor porque los dos son muy ingenuos".
La familia, inquieta por la desaparición, ha hecho ya todo tipo de pesquisas. Ningún conocido ha vuelto a ver a la pareja. Angelines García, incluso, ha investigado en las cuentas corrientes de sus hijos. "En el banco me aseguran que no ha habido ningún movimiento anormal en la cuenta", dice.
Angelines García asegura que la pareja llevaba mucho dinero encima porque habían avisado a todo el mundo que les dieran dinero en vez de hacer regalos, "No sé cuánto consiguieron. En casa dejaron sólo 90.000 pesetas". La Guardia Civil de Aldea del Fresno informó ayer que, en efecto, conocía el caso, pero que éste lo lleva la policía judicial de Getafe.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.