El grupo de mediación prepara el calendario de la paz en El Salvador

La labor del grupo de mediación para la paz en El Salvador -los cuatro amigos: Colombia, México, Venezuela y España- tendrá que continuar a partir del próximo domingo, cuando empiece una nueva ronda de conversaciones para tratar aspectos, todavía complicados, relacionados con el calendario de la pacificación y las modalidades del desmantela miento de las tropas del Frente Farabundo Martí para la Libe ración Nacional (FMLN). El papel desarrollado por el grupo de mediación durante el dramático proceso negociador, que concluyó al borde de la medianoche del martes, fue tan importante que ayer se consideraba la posibilidad de que los jefes de la diplomacia de los cuatro países asistan a la ceremonia de firma del tratado de paz definitivo, previsto para el próximo día 16 en México. El alto el fuego acordado entrará en vigor el 1 de febrero.La acción de los mediadores fue incluso personal: a las cuatro de la tarde del 31 de diciembre llegó a las Naciones Unidas Marcela Pérez de Cuéllar decidida a llevarse a su marido, con fiebre y aquejado de ciática. Toda la negociación estuvo a punto de venirse abajo. Tuvieron que ser los cuatro amigos los que convenciesen al secretario general para que se quedase, y al Gobierno y a la guerrilla salvadoreños, para que flexibilizasen sus posiciones y firmasen un acuerdo.

Horas difíciles

Fuentes que han seguido de cerca las últimas horas de la negociación en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York coinciden en que el clima entre los dos bandos enfrentados en una guerra civil durante 12 años es todavía tenso. Testigos de las conversaciones prevén que quedan aún por vivirse en el horizonte de la paz horas dificiles.Estas fuentes consideran que, en buena medida, fue la presión internacional la que arrastró a ambas partes a firmar el acuerdo. Estados Unidos se encargó, fundamentalmente, de convencer al presidente salvadoreño, Alfredo Cristiani, y a su ministro de Defensa, René Emilio Ponce, mientras que los mediadores ejercieron su influencia sobre los comandantes guerrilleros.

Desde la fecha de inicio del alto el fuego hasta su finalización, el 31 de octubre, quedan por delante nueve meses en los que tiene que llegarse a acuerdos sobre el procedimiento con el que los guerrilleros dejarán las armas., Cualquier incidente en ese periodo puede todavía hacer fracasar el proceso.

Durante esos nueve meses, el FMLN espera certificar la reducción del Ejército a la mitad, el desmantelamiento de las unidades especiales y de policía, así como la aprobación de leyes de reforma agraria. A cambio, la guerrilla ha renunciado a disponer de una cuota fija en la nueva policía civil que debe crearse en El Salvador, aunque el acuerdo firmado admite la posibilidad de que los antiguos combatientes se alisten en las futuras fuerzas de orden público.