Alemania aumenta los tipos de interés en medio punto, por encima de lo esperado
El Bundesbank, el banco central alemán, causó ayer impacto en el mundo financiero al subir en medio punto tanto la tasa de descuento como el Lombardo, un incremento muy por encima del esperado. "Un 4% de inflación es intolerable", dijo el presidente de esta institución, Helmut Schlesinger, sintetizando las razones de la decisión. Inmediatamente, el dólar empezó a caer con respecto al marco y aumentaron los rumores sobre un realineamiento del Sistema Monetario Europeo (SME), posibilidad que el propio banco contempló abiertamente.
La tasa de descuento se situará a partir de hoy en un 8%, cifra que Schlesinger definió como la más alta alcanzada hasta la fecha, mientras que el llamado Lombardo -el interés que el Bundesbank aplica a los bancos comerciales para préstamos a corto plazo subirá hasta un 9,75%. La última subida la efectuó el pasado 16 de agosto, cuando la tasa de descuento aumentó en un punto, y el Lombardo en un 0,25%.Hace dos semanas, en la reunión en que, según los hábitos del banco central alemán, hubiera debido producirse la subida, el Bundesbank optó por mantenerse a la expectativa. La inminencia de la cumbre de Maastricht, donde debía decidirse sobre la unión monetaria europea, aconsejaba prudencia. En aquel momento, los expertos financieros auguraron que, todo lo más, se produciría una subida de un cuarto de punto en el Lombardo.
Conseguido el objetivo europeo, el banco central alemán ha vuelto a su obsesiva misión: mantener la estabilidad financiera. El pasado mes de julio la inflación en Alemania alcanzó el 4,4%, la cifra más alta en los últimos ocho años. Se calcula que el año podrá cerrarse con un 4,3%, pero, según la mayoría de los expertos, es muy probable que en la primavera próxima se produzca un nuevo repunte que la sitúe por encima de la temible barrera del 5%. "La subida de los tipos de interés tiene en cuenta los riesgos inflacionarios que surgirán en el futuro inmediato", decía ayer la nota del Bundesbank.
Uno de estos riesgos, y el que más parece preocupar a Schlesinger, el al aumento salarial. Durante este año, en el que los contribuyentes han tenido que soportar la brutal subida de impuestos decretada por el canciller Kohl para financiar la unificación, los sindicatos han conseguido una subida global de un 7% en los salarios, más del doble de la inflación de 1990. Para 1992, los empleados públicos ya han anunciado que exigirán subidas de un 9,5%, y el sector gráfico pide un 11%. El ministro de Hacienda, Theo Waigel, fue el primero ayer en reaccionar indicando que la acción del Bundesbank "es una señal inequívoca a patronos y trabajadores para mantener las subidas de salarios en un tono moderado".
Realineamiento en el SME
La decisión del Bundesbank tuvo efecto inmediato en las monedas el SME más directamente influenciadas por el marco. Casi automáticamente Dinamarca -cuya corona se mantuvo al límite de la banda de fluctuación-, Bélgica y Holanda subieron sus tasas de descuento en una proporción similar. Schlesinger se mostró un tanto irónico al ser preguntado sobre la necesidad de los demás países del SME de aplicar también la subida. "De monento", dijo, "todo el mundo sigue siendo autónomo", pero su vicepresidente, y el hombre que le sustituirá dentro de dos años, Hans Tietmeyer, admitió la posibilidad de un realineamiento de los cambios centrales de las monedas dentro del SME afavor del marco. "La subida de los tipos de interés.no debe ser vista como el preludio de un realineamiento del SME, dependerá de como reacciona el mercado", sentenció.En el mundo empresarial alemán la noticia no fue muy bien acogida. El dilema del Bundesbank entre luchar contra la inflación o no dañar a la economía, fue resuelto en favor de la primera opción. La economía de Alemania Occidental ha empezado a decaer sustancialmente. El crecimiento previsto para 1992 es tan solo de un 1,8% del PNB, según las previsiones de la OCIDE hechas públicas ayer, mientras que el Este sigue siendo un pozo sin fondo que se traga todo el capital disponible. El atractivo añadido ahora por el Bundesbak para atraer a los inversores tiene un doble filo.
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