La Guardia Civil admite que no cuenta con efectivos suficientes para la vigilancia externa de prisiones
La vigilancia externa del recinto penitenciario de Fontcalent (Alicante) se ha reducido de forma drástica en el último mes, según han denunciado a este diario fuentes sindicales. De las ochos garitas que rodean el complejo, tres o cuatro están vacías todos los días. Muchas noches la puerta exterior permanece abierta sin control ni vigilancia. Mientras los funcionarios se sienten cada día más desprotegidos, la Guardia Civil ha reducido el número de sus efectivos que han de velar por la seguridad externa del centro.
El gobernador civil de Alicante, Pedro Valdecantos, reconoció que se ha reducido la presencia de la Guardia Civil. "Hemos recibido una orden de la Dirección General de este cuerpo en la que se dice que hay déficit de efectivos y que tenemos que apretarnos el cinturón". Valdecantos dijo que sólo se han retirado del servicio de vigilancia externa de Fontcalent a cinco hombres. No obstante, reconoció que han tenido que liberar al guardia civil de la garita dos para que pueda estar durante el día en la puerta.
"No sé cuánto tiempo vamos a seguir así, nos han dicho que no hay efectivos y que no se puede hacer nada, pero nos parece una irresponsabilidad", afirmó un delegado sindical en la prisión. En Fontcalent se ubican el centro de cumplimiento de hombres y mujeres, con casi 800 internos, y el psiquiátrico penitenciario con cerca de 250 presos. Ambos edificios están rodeados por las viviendas de los funcionarios.
100 vacantes sin cubrir
Valdecantos considera, sin embargo, que la puerta de entrada no forma parte del recinto penitenciario pero puntualizó: "Siempre que haya un funcionario en la puerta habrá un guardia civil, porque su labor es la de mero apoyo", dijo. "El problema", prosiguió, "es que tenemos muy pocos efectivos y no podemos hacer más. En la provincia de Alicante hay por lo menos 100 va cantes de este cuerpo sin cubrir".
A ello se suma, según informaron los sindicatos, la insuficiente iluminación externa de todo el recinto y la falta de control del aparcamiento fuera de las vallas de la prisión.
A la falta de vigilancia externa se une la escasez de plantilla de funcionarios que trabajan en el interior de la cárcel. "Así no podemos trabajar", dijo un delegado sindical. Según un estudio de la propia Secretaría General de Asuntos Penitenciarios la plantilla ideal del centro de cumplimiento de Fontcalent es de 286 funcionarios. En la actualidad son un centenar de carrera y 38 se encuentran en prácticas.
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