Lancia deja de competir en el Mundial de rallies
La fábrica italiana Lancia, poseedora de 10 títulos mundiales de marcas en la especialidad de rallies, anunció ayer que el próximo año no participará de forma oficial en el Mundial, aunque sus pilotos y nuevos coches seguirán compitiendo al más alto nivel. Todo parece indicar que será el equipo privado Jolly Club el que contará con el nuevo modelo Superdelta. Los pilotos seguirán siendo el finlandés Juha Kankkunen —triple campeón del mundo (1986, 1987 y 1991)— y el francés Didier Auriol.
Martini también mantiene su patrocinio. El abandono oficial de Lancia podría suponer cierta ventaja para el Toyota Team Europe, equipo privado en el que se apoya la fábrica japonesa y que el próximo año seguirá contando con el español Carlos Sainz y el finlandés Markku Alen.
La noticia sorprendió ayer al mundo automovilístico italiano, pendiente siempre de cuanto acontezca a las dos sucursales de Fiat: Ferrari (F- 1) y Lancia (rallies). La escuderia de Maranello ha tenido una nefasta temporada y ha terminado despidiendo al tricampeón del mundo, el francés Alain Prost, cuyo volante ha pasado a manos del italiano Ivan Capelli. Lancia, sin embargo, cerró el año acaparando los dos cetros mundiales, al vencer Kankkunen a Sainz en el RAC de Inglaterra y adjudicarse, un mes antes, su décimo cetro de marcas, los cinco últimos consecutivos de 1987 a 1991.
Lancia no ha comentado el motivo de su retirada, aunque personas vinculadas a la factoría restaron importancia al hecho de que la firma dejara de competir de forma oficial y aseguraron que la fábrica seguirá apoyando al equipo —presumiblemente el Martini Racing—que se encargue de defender sus colores. Hay quien asegura que los altos costos que hay que afrontar para intentar mantenerse en primera línea y la falta de un alto ejecutivo al frente de la escuderia podrían ser las dos razones de peso para el cambio de actitud de la fábrica italiana, que en pocos años han perdido
Cesare Fiorio y Claudio Lombardi, dos ex directores deportivos, que pasaron a Ferrari.
Continuidad privada
Pese a que Lancia seguirá compitiendo en el Mundial a través de un club privado, todo parece indicar que le será muy difícil mantenerse al nivel mostrado en los últimos años, ya que el dinero con el que contará el Jolly Club —auténtica sucursal de Lancia durante los últimos años y con quien ha estado corriendo esta temporada Auriol como tercer piloto de Lancia—no podrá cubrir las necesidades de un equipo que aspira a ganar los dos cetros mundiales.
Lancia señala en su comunicado que proyecta transferir los recursos humanos empleados hasta ahora en la continua evolución del coche de rallies al desarrollo tecnológico de la producción de serie, aunque hay quien asegura que el Jolly Club, propiedad de Roberto Angiolini y dirigido por Claudio Bortoletto, seguirá contando con los técnicos de la firma Abarth para desarrollar rally a rally el nuevo Superdelta. El presupuesto de Lancia, al igual que el de Ferrari, era en este sentido infinito.
El Jolly Club podría tener serios problemas para preparar los rallies más costosos del Mundial, como, por ejemplo, el Safari de Kenia, cuyo presupuesto supera los 300 millones de pesetas ya que debe entrenarse a lo largo de todo un mes. Puede que el nuevo equipo de Lancia también se vea obligado a reducir los imnumerables test de suspensión y neumáticos durante la temporada.
Lancia, además de ganar diez títulos de marcas, ha ayudado hasta ahora a ganar dos cetros de pilotos a Kankkunen y otros dos al italiano Máximo Biasion, que el próximo año correrá con Ford. La firma italiana se retira de forma oficial tras vencer en 67 rallies puntuables para el Mundial desde 1970.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.