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Reportaje:

Las amenazas del IRA colapsan Londres

Psicosis de caos en la sociedad británica después del atentado en una vía férrea

Enric González

Un cuarto de millón de londinenses viajaron ayer a ninguna parte, perdiendo el día en estaciones cerradas, trenes detenidos o carreteras bloqueadas. No lograron llegar al trabajo y a duras penas consiguieron volver a casa, exhaustos, para cenar. Un atentado del Ejército Republicano Irlandés (IRA) contra el nudo ferroviario de Clapham Junction, al sureste de la ciudad, y una avalancha de amenazas de bomba provocaron un caótico colapso.Otras 250.000 personas consiguieron llegar a su empleo, pero con dos horas de retraso. A media mañana, centenares de sucursales bancarias, tiendas y oficinas permanecían cerradas. Televisiones y emisoras de radio recomendaban no salir de casa, excepto por urgencia.. Quien se lanzó a la aventura lamentó su audacia mientras era desalojado y realojado hasta la saciedad en peregrinaciones multitudinarias del tren al andén, a la calle, y vuelta.

La bomba de Clapham Road, que hizo explosión poco antes de las seis de la mañana, destrozó la vía férrea sin causar víctimas. La intención del IRA era incrementar la psicosis de caos y desorden que ha fomentado en diciembre con la colocación de artefactos incendiarios en comercios y grandes almacenes de las principales ciudades británicas.

Este lunes negro de sonambulismo colectivo es, de momento, el punto álgido de la más deprimente campaña navideña de los últimos años. Entre el miedo a los incendios provocados y la severa recesión económica, las tiendas no hacen apenas negocio. Establecimientos que otros años estaban abarrotados de compradores, británicos y extranjeros, languidecen. En zonas comerciales como Regent's Street u Oxford Street, los precios han bajado entre un 30% y un 50%, en un insólito adelanto de las rebajas de enero.

Por si el panorama no fuera lo bastante tétrico, la contaminación atmosférica ha subido hasta el peor nivel desde 1956 y ha hecho descender las temperaturas por debajo de los cero grados. La niebla y el hielo envolvieron Londres.

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