YeItsin pretende que Rusia acapare el poder nuclear de la antigua URSS
La Rusia presidida por Borís Yeltsin pretende ser la heredera única de la Unión Soviética en su calidad de superpotencia nuclear, sustituyéndola, por tanto, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Así se lo expresó ayer Yeltsín al secretario de Estado norteamericano, James Baker, durante una entrevista de cuatro horas en la que estuvo presente el ministro de Defensa soviético, Yevgueny Sháposhnikov. Tanto Yeltsin como Mijaíl Gorbachov, aún presidente oficial de la URSS y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, garantizaron al enviado del presidente George Bush que las armas nucleares desplegadas actualmente en cuatro repúblicas se encuentran totalmente bajo control. Baker tiene previsto visitar a los líderes de todas ellas.
Yeltsin descartó ayer, en entrevista que publica EL PAÍS, la posibilidad de que Gorbachov permanezca al frente del mando único bajo el que quedará todo el arsenal nuclear desplegado en Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Kazajstán. Aseguró que todas las cabezas atómicas que no sean destruidas serán concentradas en territorio ruso y que su control será ejercido por un militar. Ucrania y Bielorrusia ya han declarado su intención de convertirse en países desnuclearizados, y el problema de Kazajstán, que ayer proclamó oficialmente su independencia y aún no se ha pronunciado sobre el tema, "se resolverá pronto", en palabras de Yeltsin. Asimismo garantizó que las cuatro repúblicas suscribirán el Tratado de No Proliferación Nuclear.El presidente ruso, que ayer actuó como líder indiscutido de la CEI, confía en que 10 repúblicas se sumen a la nueva Comunidad antes de que llegue el año 1992. Tan sólo quedarán fuera, según sus cálculos, las transcaucásicas de Georgia y Azerbaiyán.
Gorbachov, que conversó con Baker durante dos horas, se arrogó ayer el papel de garante de la transición política, a la que calificó de "extremadamente importante", y pidió a Estados Unidos su colaboración para que el proceso no se desboque.
Baker, que claramente dio la alternativa a Yeltsin como nuevo hombre fuerte, no resistió la tentación de rendirle un pequeño homenaje a Gorbachov como arquitecto de la perestroika: "Señor presidente, el mundo es fundamentalmente diferente de como era hace dos o tres años, y estos cambios se deben en no poca medida a sus esfuerzos".
Sobre el futuro político de Gorbachov, Yeltsin se limitó a comentar: "Respeto profundamente al presidente de la ex URSS, pero su destino debe decidirlo él mismo". Páginas 2 a 4
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