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La tropa de los pucheros

El Ejército de Salvación pide donativos para repartir comida a los indigentes

El Ejército de Salvación cree que ayuda a los indigentes como lo hacía Robin Hood. Pero para llevar en Navidad comida, mantas y regalos a ancianos, presos y familias necesitadas no tendrán que asaltar a los viajeros acaudalados: pedirán donativos a las puertas de los grandes almacenes. Sus integrantes llevan uniformes y galones. Pero los rasgos militares de la organización sólo expresan una idea militante de la confesión evangelista que profesan. Así lo explica Samuel Eliasen, teniente coronel de la orden en España: "Atacamos el mal, no sólo predicamos contra él".

Dos veces por semana acuden a las estaciones de metro que permanecen abiertas por la noche para acoger a mendigos y marginados. "Desde que están concentrados en las bocas de metro se nos acaba la comida, no llega para todos", asegura el teniente coronel. Samuel Eliasen explica que los. voluntarios llevan la comida en sus propios coches, ya que la organización no cuenta con medios de transporte.El Ejército de Salvación también ayuda en casos de extrema urgencia a familias necesitadas que pasan apuros para pagar sus facturas a fin de mes. Los voluntarios o soldados visitan a estas familias en sus casas.

Los soldados son unos 2.000 en toda España. Se trata de personas que profesan la religión evangelista y trabajan para la organización desinteresadamente.

La campaña que preparan para estas navidades consiste en recoger donativos durante una semana a la puerta de dos grandes almacenes situados en la calle de Preciados y en el paseo de la Castellana, y de un hipermercado de Moratalaz. Con lo que recojan, harán paquetes de ropa y regalos, que entregarán a los presos de la cárcel de Carabanchel, a ancianos que viven solos en sus casas y a familias con pocos recursos.

Eliasen, de 53 años y de nacionalidad danesa, sólo lleva ocho meses en España. Se lamente de los pocos medios con que cuenta su organización, sobre todo de la necesidad de tener un albergue para los sin casa.

Miguel Aguilera, oficial de finanzas del Ejército de Salvación en España, señala que un 85% de los 40 millones de su presupuesto anual procede de fondos de la organización en otros países, mientras que el 15% restante se cubre con donativos de amigos, simpatizantes y feligreses de la Iglesia evangelista.

Eliasen reconoce que tiene un poco descuidada la publicidad de la organización. "La agencia Walther and Thompson, que colabora con el Ejército de Salvación en Estados Unidos, nos ha ofrecido hacer una campaña. Vieron el único folleto que tenemos y me dijeron que era un desastre", relata entre risas el teniente coronel.

Preguntado sobre la efectividad de los medios caritativos, Eliasen narra la siguiente anécdota: "Hace unos días me llamó un político local; decía, airado, que estamos fomentando la mendicidad. Al rato volvió a telefonear para pedirme disculpas".

El Ejército de Salvación tiene un albergue de ancianos en Arganda del Rey, dirigido por Silvano Díaz. Su presupuesto anual es de unos 25 millones, al que la Comunidad de Madrid aporta unos dos millones de pesetas. Este centro acoge actualmente a 36 ancianos.

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