Bastantes, pero mal repartidas

Los centros públicos y privados de rehabilitación de toxicómanos están mal repartidos territorialmente, según reconoce el director general de la Delegación del Gobierno del Plan Nacional de Drogas, Santiago de Torres, quien, sin embargo, considera "suficiente" la red. En España existen 534 centros -392 públicos y 139- privados en los que han recibido tratamiento, este año, 35.000 drogadictos. Mientras que en la Comunidad Valenciana hay 95 puntos asistenciales, en Madrid, la comunidad con más demanda, sólo existen 31.

"Poblacionalmente, el reparto de centros de desintoxicación y rehabilitación es la adecuada, pero, en el problema de la droga, no vale la aplicación estricta de los índices demográficos", dice De Torres. Según este responsable, la dotación de centros de rehabilitación en toda España es suficiente, aunque, la distribución territorial no sea la más idónea.Esto ocurre, según De Torres, por un fenómeno general: los toxicómanos, aunque inicien la dependencia en zonas rurales o ciudades pequeñas, terminan trasladándose a las grandes ciudades, donde pueden conseguir, lícita o ilícitamente, los medios para seguir con su adicción.

Madrid, con 31 centros entre públicos y privados y 3.256 toxicómanos atendidos en 1990, es la comunidad autónoma más deficitaria de plazas de rehabilitación. La media nacional de duración de las listas de espera, que oscila entre 15 y 20 días en toda España, alcanza en Madrid los 20 o 30 días. Además, en la Comunidad de Madrid no existe ninguna comunidad terapeútica (centro de carácter residencial) de titularidad pública (sí hay dos privados), ya que la mayoría de los centros cuantificados son ambulatorios.

En el otro extremo, la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha -cinco provincias-, que sólo atendió en 1990 a 258 drogadictos, dispone de dos comunidades terapeúticas financiadas con dinero público. En Castilla y León, con 793 toxicómanos atendidos, funcionan siete comunidades terapeúticas de titularidad privada, pero subvencionadas con fondos públicos.

Este año, 35.000 toxicómanos han iniciado tratamiento en España. A pesar del desequilibrio territorial -aumentado, según De Torres, por el distinto tipo de centros por el que opta cada comunidad autónoma- el director general del Plan Nacional sobre Drogas opina que "ahora mismo se puede decir que hay una buena red para ayudar a los toxicómanos a dejar la drogadicción".

Plaza gratis garantizada

"Pueden darse casos de tener que esperar un par de semanas para entrar, añade, "pero el que quiere curarse tiene la oportunidad garantizada de poder hacerlo en un centro gratuito".Las cifras de déficit de plazas se ven también infladas, según el director general, por los casos de toxicómanos que tantean por distintos centros antes de decidirse -si lo hacen- a iniciar un plan de rehabilitación. "A los centros van 100, inician tratamiento 50, y lo culminan 25. Hay toxicómanos que quieren deáintoxicarse porque se encuentran muy mal, para luego seguir con lo mismo, y esto hay centros que, no lo aceptan", señala De Torres.

Uno de los objetivos del Plan Nacional sobre Drogas es crear infraestructuras "imaginativas" de objetivos intermedios para llegar a estas personas. "Ya que no quieren curarse, al menos les ayudaremos a mejorar su calidad de vida" afirma De Torres.

La pretensión del Plan Nacional es aumentar y diversificar los recursos de atención y rehabilitación. Pero, según De Torres, además del eterno problema presupuestario existen dificultades añadidas. "Es necesario concienciar a los vecinos de la necesidad de que estos centros estén en los barrios y vencer sus reticencias. Muchos proyectos se ven frustrados por la oposición vecinal y esto es intolerable", añade. "Está empíricamente demostrado que allí donde se instala un centro de rehabilitación desciende la inseguridad ciudadana" insiste.

Los centros de rehabilitación privados suelen tener menor rechazo vecinal porque, en muchas ocasiones, no se conoce en la zona su verdadera dedicación

Clínicas de lujo

Las tarifas de estos puntos asistenciales oscilan entre la gratuidad -posible por la subvención estatal-, las 45.000-100.000 pesetas al mes de un tratamiento ambulatorio, las 100.000-300.000 pesetas mensuales de, una comunidad terapeútica a pensión completa o las 500.000 pesetas por quince días de desintoxicación en clínicas de lujo.Este último camino es el que suelen escoger los cocainómanos con mayor nivel económico para desintoxicarse -superar el síndrome de abstinencia y la dependencia -flisica-, pero son poco eficaces si no se continúa conectado a la red de tratamiento, porque no solucionan la dependencia psíquica.

La red fundamental de rehabilitación, tanto pública como privada, se compone de cuatro tipos de centros básicos: los centros ambulatorios, las unidades hospitalarias de desintoxicación, los centros de día y las comunidades terapeúticas.

Su reparto numérico y cualitativo en el territorio depende del criterio que adopten las distintas comunidades autónomas. A pesar del evidente desequilibrio regional, el director general del Plan Nacional es tajante: "La protesta social por la falta de centros tiene una base muy relativa: hay puntos suficientes para curarse, pero hace falta voluntad", concluye.