Marcelino Camacho intenta sin exito que éste sea el último mandato de Gutierrez al frente de CC OO

El presidente de CC OO, Marcelino Camacho, propuso ayer en el V Congreso del sindicato una enmienda improvisada y de viva voz para limitar, de tres a dos, los mandatos de la ejecutiva. La enmienda, apoyada por Izquierda Sindical; el secretario de acción sindical, Agustín Moreno, y la responsable de empleo, Salce Elvira, hubiera supuesto, de progresar, el último periodo del actual secretario general, Antonio Gutiérrez, al frente de la central, ya que empieza ahora su segundo mandato. Por otra parte, la gestión de la dirección fue aprobada por el 89% de los delegados.

La intervención por sorpresa de Marcelino Camacho ante el pleno del congreso de CC OO dejó claro que la crisis entre el secretario general y Agustín Moreno está vinculada al profundo enfrentamiento que mantienen Gutiérrez y Camacho. El secretario general de Comisiones rehusó comentar la iniciativa del presidente, pero varios delegados afirmaron que las relaciones entre los dos son muy tensas desde que, el pasado verano, Gutiérrez dijo públicamente que es partidario de la disolución del PCE en Izquierda Unida, a la que se opone Camacho.Agustín Moreno justificó su voto contrario a la mayoría de CC OO porque le parece "bueno limitar los mandatos" e hizo una defensa ardiente de Camacho de quien piensa que "tiene ideas más avanzadas y más frescas que algunos jóvenes". Tan sólo admitió que la enmienda "se podía haber mejorado", punto en el que coincide con la responsable de empleo, Salce Elvira.

Ayer estos dos dirigentes respaldaron junto a la Izquierda Sindical y los miembros del PCPE la enmienda del presidente, que fue derrotada por 560 votos en contra, 169 a favor y 49 abstenciones.

Marcelino Camacho, en la defensa de su enmienda, lanzó duros ataques contra Antonio Gutiérrez -sin nombrarle y aludiendo a la dirección- "por llegar tarde con los informes de gestión y pronto a la radio y los telediarios" y por "la obsesión de estar en los titulares" de los periódicos.

La sombra de la crisis en el PCE ha planeado sobre todo el congreso. Gutiérrez tuvo que introducir en el informe de gestión una serie de modificaciones a partir de los debates suscitados entre los delegados. La más importante es la que retira del texto del documento la expresión "brazos de madera", con la que se hacía referencia a las votaciones en la central sindical dirigidas desde el PCE.

El líder del sindicato, quien admitió que esa alusión es "poco acertada" despertó las iras de una parte de los delegados cuando el primer día del Congreso se felicitó porque el sindicato haya abandonado "los brazos de madera" [votaciones dirigidas desde los partidos].

La controvertida frase se pronunció ante 1.001 delegados de CC OO, de los que 800 están "sentimentalmente identificados con el Partido Comunista", según han reconocido dirigentes del propio sindicato.

Esta alusión la hizo el secretario general de Comisiones justo cuando Izquierda Unida está atravesando uno de sus momentos más críticos debido a la dimisión de su coordinador general, Julio Anguita, y a los debates sobre la conveniencia o no de la de saparición del Partido Comunista de España. Gutiérrez señaló ayer que "la frase no está peor o mejor según las coyunturas" "La idea la sigo manteniendo", añadió, y reiteró que la historia y el futuro de Comisiones Obreras están sustentados en la autonomía.

Gutiérrez repitió de nuevo ayer que CC OO es un sindicato "laico". En su informe también dice que el sindicato es "socialista sin adjetivos y no socialdemócrata", y así lo han aceptado el 89% de los delegados (761 votos) que han votado a favor del balance de la gestión. En la votación del informe, realizada ayer, el 89% lo aprobó, 27 delegados votaron en contra (el 3%) y 72 delegados se abstuvieron (8,26%). Estos votos negativos no vinieron de Izquierda Sindical, liderada por Joaquín Nieto (nuevo miembro de la ejecutiva), porque, como según el mismo explicó tras la votación, "somos críticos con él [Gutiérrez], pero hemos respondido con el beneficio de la duda".

Izquierda Sindical tenía previsto votar no, pero ha reconsiderado su postura y ha optado por la abstención.