Evocación nostálgica
Felipe González estuvo en Israel hace 20 años, cuando ni siquiera era aún secretario general del PSOE. Su regreso ahora, ya como presidente del Gobierno, le dio pie en la noche del lunes para hacer en público una sorprendente evocación nostálgica nada protocolaria de aquella primera visita.Toda la primera parte de su discurso improvisado en la cena oficial que le ofreció el presidente israelí, Isaac Shamir, estuvo dedicada al recuerdo de aquel "viaje complejo, no digo, clandestino ni ilegal", que tuvo para él y su esposa un gran "significado desde el punto de vista emotivo". "Fue especialmente grato", añadió.
El inicio del viaje fue "desastroso dijo el presidente, porque el matrimonio, que salió en avión con retraso de Madrid, perdió la conexión en el aeropuerto de París. Llegaron tarde a Tel Aviv y ya nadie les esperaba en la terminal. "Lo primero que se nos ocurrió entonces", prosiguió González, "es que no teníamos dinero en moneda israelí y yo le comenté a Carmen: ¿Y ahora qué hacemos sin dinero para un taxi ni para un hotel?"
Apareció, entonces, un joven detrás de la ventanilla de un banco que, comprendiendo su apuro, se dirigió a Gonzalez: "Ahora puedes hablarme como en tu tierra, porque yo soy de Málaga y mi familia es sefardí" (judía de origen español). "A partir del momento en que pisamos esta tierra todo fue grato", aseguró.
Su mayor alegría no fue, sin embargo, entenderse en castellano con muchos sefardíes. "Lo más sorprendente fue", concluyó su relato, "que en Israel pude discutir de mis ideas con toda libertad, cosa que en España no podía hacer".
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