La CE, salvo Reino Unido y Dinamarca, apoya que siete países puedan crear la moneda única
La fecha de creación de la moneda única podrá adoptarse por mayoría de siete países a finales de 1998, según la propuesta que apoyan 10 países de la CE. El Reino Unido y Dinamarca no están de acuerdo en romper la norma del consenso, aunque ello signifique un peligro infinito de bloqueo. Dos años antes, a finales de 1996, la entrada en vigor de la unión monetaria plena podría ser adoptada por unanimidad. Tanto el paso a la tercera fase como la cláusula de exclusión británica tendrán que ser acordados en la cumbre de Maastricht.
Los ministros de Economía y Finanzas de la CE concluyeron ayer en Bruselas su maratón negociadora sobre la unión monetaria con un acuerdo casi completo sobre los aspectos técnicos y dos grandes interrogantes que planearán sobre Maastricht. Los dos temas pendientes son la cláusula de exclusión general que, por diferentes motivos, reclaman el Reino Unido y Dinamarca, y la decisión para el paso a la tercera fase de la unión monetaria.Los responsables de Finanzas dejaron los puntos claves abiertos. Tendrán que ser los jefes de Estado y de Gobierno los que asuman los próximos lunes y martes todo el peso del acuerdo. El paso a la tercera fase será debatido por primera vez a finales de 1996, pero para fijar entonces la fecha imediata o posterior de creación de la moneda única hará falta el consenso. La fórmula patrocinada por Francia y España propone que, dos años después, sólo sea necesaria la mayoría cualificada de siete países.
De los cuatro días de negociaciones tampoco salió un acuerdo sobre la clave de reparto del futuro banco central europeo. Siete países están de acuerdo en utilizar dos baremos simples (el PNB y la población), aunque aún no se sabe cuánto pesará cada uno de ellos. Holanda, Dinamarca, Gran Bretaña, Irlanda y Luxemburgo apoyan introducir otros índices, como el porcentaje de exportaciones hacia países terceros.
El acuerdo es prácticamente total sobre las funciones del Instituto Monetario Europeo (IME), el organismo que coordinará la política monetaria de los Doce durante la segunda fase que comenazará el 1 de enero de 1994. El presidente de este organismo será por fin un .presidente nombrado por elConsejo Europeo, distinto de los gobernadores centrales aunque será propuesto por ellos. El escaso papel del IME no da para el optimismo. Este ente precursor del banco central europeo carecerá de capital (tan sólo dispondrá de recursos propios para gastos administrativos) y de poder para lanzar emisiones en ecus. Unicamente podrá administrar la parte de reservas de divisas que le cedan voluntariamente los Estados miembros. Sin embargo, su margen de actuación será más que escaso, porque su actividad en los mercados no podrá tener incidencia en la política monetaria de ningún país de la CE. Durante la segunda fase, el ecu, futura moneda única europea, estará congelado en la ponderación con que participa cada divisa de los países miembros.
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