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Reportaje:

Kennedy, en el banquillo

Comienza en Florida el juicio donde se acusa de violación a un vástago del influyente clan

"No culpable". William Kennedy Smith pronunció ayer una vez más estas dos palabras. La totalidad del clan Kennedy confía en que el jurado le crea y le libere del presunto delito de violación Por el que se le está juzgando en Palm Beach (Florida). El juicio del joven Smith, un caso que se ha convertido en un proceso popular contra la familia Kennedy, se inició ayer en medio de una gran expectación y con la presencia de las cámaras de televisión.El jurado, nueve vecinos de Palm Beach, cinco mujeres y cuatro hombres -tres son jurados reservas-, juraron ayer cumplir con su deber honestamente y guiarse tan sólo por las evidencias que se presenten en la sala y por su propia conciencia. Será, sin embargo, muy difícil para ellos abstraerse del circo que se ha montado.

La primera jornada del juicio del año y, sin duda, uno de los más espectaculares de la historia estadounidense, demostró que este proceso representa un purgatorio para el clan Kennedy y ha enseñado que en algunas ocasiones la justicia estadounidense no es ciega.

El sábado, Kevin Mitchell, un famoso jugador de béisbol profesional del San Francisco Giants, fue detenido por un presunto delito de violación. Su imagen con los grilletes apareció en todos los informativos. A diferencia de Mitchell, Smith no ha sentido aún el frío gélido de las esposas policiales. Mitchell es negro y procede de una familia humilde.

Los defensores de Kennedy tratarán de demostrar que la denunciante, Patricia Bowinan, de 29 años, accedió a hacer el amor con el acusado el 30 de marzo en el borde de la piscina de la gran mansión de los Kennedy en Palm Beach.

Unos sujetadores de satén y puntilla negros propiedad de la denunciante serán presentados en el jucio para demostrar que Bowman indujo a Smith a mantener relaciones íntimas.

La fiscalía trató de demostrar ayer que el joven Smith tiene una mala conducta moral, pero la juez del caso, Mary Lupo, no aceptó la declaración de tres mujeres presentadas por la fiscal Ellen Robertson que aseguran haber tenido problemas sexuales con Smith. La negativa de Lupo a aceptar sus testimonios fue la primera gran victoria de la defensa.

El caso Kennedy también ha afectado la imagen del senador por Massachusetts Edward Kennedy. Su nombre aparece en el sumario y la decisión del jurado puede tener unas pésimas consecuencias para su ya deteriorada imagen.

El clan de los Kennedy ha cerrado filas en torno a Smith, que es hijo de Jean, una de las hermanas del senador. La presencia en Palm Beach de John-John Kennedy, hijo del ex presidente John Kermedy y fiscal de Nueva York, es la demostración más clara de lo que se juegan el clan.

Si Smith va a la cárcel, será el primer Kennedy que lo haga, y esta vez nadie impedirá que le pongan las esposas.

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