El congreso de CC OO tratará las diferencias en la cúpula

Antonio Gutiérrez, secretario general de Comisiones Obreras, explicó ayer que "desde mi punto de vista, desde lo que se refiere a la confederal deseo que la crisis se haya cerrado, pero desde [el puento de vista] de las diferencias, no está cerrada, en tanto que será el quinto congreso confederal el que lo cierre".El secretario general hizo una amplia alusión, durante la conferencia de prensa de presentación del quinto congreso confederal, a la crisis suscitada en el seno de CC OO por el conato de división de dos secretarios confederales, Agustín Moreno y Salce Elvira.

Gutiérrez habló sobre el trabajo que está realizando el sindicato "generando nuevas propuestas, impulsando reformas necesarias. Es en este momento donde se pone a prueba la democracia interna. No hay que ocultar ni muchísimo menos que en ese empeño por mejorar el sindicato surjan, hayan surjido, diferencias por las reformas y propuestas que se llevan al quinto congreso". Y añadió que esta situación "es síntoma de nuestra salud interna y de nuestro grado de democracia y que tendrá ocasión de discutirse en el congreso

"Las diferencias, sin quitarles la más mínima importancia,a mi me han parecido perfectamente, encajables desde el primer día y que no eran motivo para generar una crisis confederal", opinó Gutiérrez.

Acto seguido añadió que "el momento mejor para reflejar las diferencias es justamente en vísperas de un congreso que es cuando una organización tiene todas las posibilidades de superar esas diferencias a través del debate, el consenso".

Agustín Moreno, secretario de acción sindical, también intervino en la conferencia de prensa para expresar su deseo de que las diferencias no hubieran transcendido nunca pero añadió que "ha habido diferencias no puntuales sino poderosas" y las resumió en tres puntos: estrategia sindical, modelo organizativo y método de dirección. "Uno no toma la decisión [presentar la dimisión] si no hay razones poderosas para ello", reconoció Moreno que defendió el "binomio clásico de negociación y presión" como un sistema "absolutamente útil".

Marcelino Camacho, fundador y presidente honorífico de CC OO, también intervino para señalar que "tener diferencias no es tener crisis, somos un sindicato plural y siempre hay diferencias".

En el congreso, que comienza mañana miércoles, se propondrá pasar de tres órganos de dirección a dos: una ejecutiva confederal (entre 18 y 20 personas) que "rendirá cuentas" cada dos meses ante el máximo órgano, el consejo confederal. En el congreso se aprobará una nueva ejecutiva en al que renuevan cargos todos los actuales máximos representantes excepto una baja por motivos profesionales.

Entre las novedades, Salvador Bangueses se encargará de la secretaría de finanzas, hasta ahora dirigida por Máximo Abad que se hace cargo de la nueva secretaría de servicios. Todavía no se sabe quién llevará la secretaría de formación ni la otra de recién creación, la secretaría de técnicos, profesionales y cuadros.

También se intentará doblar la presencia de mujeres en la estructura confederal, hasta ahora representadas por María Jesús Vilches y Salce Elvira. La lista unitaria para la ejecutiva propuesta por Gutiérrez incluye a Julián Ariza (carrillista) y Joaquín Nieto (Izquierda sindical) "cabezas visibles de sensibilidades muy arraigadas" en CC OO.

Con relación a la propuesta de ahondar en la unidad con UGT Gutiérrez señaló que no se andarán "con sorpresas los unos con los otros". Según un secretario confederal se tratará de "una propuesta viable, no utópica, algo que tiene que ver con el proceso último que ha habido".