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La entrada de Javier de la Rosa en Valenciana de Cementos no es aceptada por los Serratosa

Las compras de títulos de la Compañía Valenciana de Cementos Portland por parte del grupo financiero de Javier de la Rosa ha provocado profunda inquietud en la familia Serratosa, principal accionista de la sociedad cementera. Los Serratosa, según han confirmado fuentes próximas a ellos, han reaccionado y se preparan para responder "cualquier posible agresión" con acciones similares. La familia valenciana considera, según esas fuentes, que el empresario catalán está actuando por terceros y que la operación tiene un largo alcance.

Fuentes cercanas a Javier de la Rosa han confirmado que sus compras responden "a una operación para hacer negocio", pero que no pueden decir el nombre para quien actúan. Las compras, que comenzaron con la toma del 1,2% en el mercado, según publicó el día 28 de noviembre La Gaceta de los Negocios, se han continuado. Según estas fuentes, De la Rosa está dispuesto a seguir comprando, entre otras cosas, porque el valor está muy barato". De hecho, en la última semana se han producido movimientos bursátiles que han afectado al 6% del capital de la empresa cementera. En Valenciana se sospecha que la posición del financiero catalán es mayor de la que ha trascendido.A pesar de las referencias comentadas, en el mercado se ha especulado con la posiblidad de que el destino definitivo sea el grupo escandinavo Aker, que ya tiene el 24,73% del capital de Valenciana. Este extremo no ha podido ser contrastado, aunque, de ser así, la firma noruega se vería inmersa en la obligación de realizar una oferta pública de adquisición de acciones. Otras fuentes han comentado que Mario Conde no ha olvidado el enfrentamiento que tuvo con los Serratosa y que le llevó a perder su presencia en Valenciana, una empresa que tenía especial estima.

Autocartera en el límite

Según los datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los Serratosa controlan en torno al 30% del capital de Valenciana a través de varias sociedades y directamente. Asimismo, en la CNMV aparece una autocartera del 4,96%, en el límite legal. Sin embargo, las fuentes consultadas mantienen que la autocartera es bastante más alta que la reflejada.La familia Serratosa, dirigida por José Serratosa como presidente del grupo y Emilio Serratosa como consejero delegado, pilotó el primer gran revés de Mario Conde al quitarle el control de la cementera para que no entrara en la Corporación Industrial de Banesto. Contaron con la colaboración de Aker para ello. Posteriormente modificaron los estatutos de la sociedad para blindarse ante posibles ataques. Así, el consejo aprobó un tope máximo del 20% de los votos, aunque la participación accionarial fuera mayor.

Cuando los Serratosa cerraron el acuerdo para repartirse el grupo cementero de Valenciana, contaron con el aval del Banco Bilbao Vizcaya y del Central. Estas dos entidades se quedaron en sus carteras con el 25% de Cementos del Mar cada una, y medios del sector señalan que podrían ser estos bancos los aliados de la familia a la hora de efectuar una operación de defensa ante el ataque de Javier de la Rosa. El capital de Valenciana se reparte entre Cementos del Mar, que tiene declarado el 6%; Cementos del Atlántico, el 9,99%; Diversas Actividades, sociedad que se supone de, los Serratosa, el 9,24%; Alfredo Serratosa, el 1,82%; Emilio Serratosa, el 2,32%, y José Serratosa, el 2,57%. Valenciana de Cementos, como el resto del sector, está sufriendo la crisis de la construcción, pero, según fuentes de la entidad, este ejercicio se llegará a los 5.000 millones de pesetas de beneficios brutos.

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