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El Ratilla vuelve a fugarse del reformatorio

El Grupo de Menores de la Policía lleva desde el viernes intentando localizarle. Los agentes han rastreado varias veces, sin éxito, algunas chabolas de Pies Negros, el poblado marginal de Entrevías en el que vivía, y la casa de su tía, por ser ésta su familiar más cercano.Su madre se encuentra encarcelada en la prisión de mujeres de Carabanchel, y su padre, toxicomano y enfermo terminal de sida, está sometido a tratamiento hospitalario.

Agentes policiales de la comisaría de Carabanchel detuvieron por primera vez a El Ratilla el pasado 12 de agosto. El juez de menores ordenó entonces su internamiento en un centró. de Hortaleza, del que se fugó horas después de ingresar. EL PAÍS le localizó a continuación en Pies Negros, y en días posteriores apareció incluso en televisión, merced a un reportaje de Europa Press.

Tras una amplia batida, la policía logró detenerle finalmente en su chabola con 100 gramos de cocaína. El pequeño fue enviado entonces al reformatorio de Altamira, ubicado en el distrito de Canillejas, de donde huyó el viernes.

El eco de la prensa, en agosto pasado, sobre su detención; su edad (10 años) y su singular oficio (traficante de drogas, según reveló la policía), convirtieron a El Ratilla en un joven tremendamente popular. "El se vio en la televisión muchas veces y se lo creyó; eso le ha perjudicado mucho, y también ha sido muy negativo para otros jóvenes de su edad que han visto en él un héroe y han tratado de emularle", subrayaron ayer fuentes de Justicia.

Terminaba en diciembre

Las distintas partes implicadas en su reinserción social han expresado su malestar porque este periódico conociera la nueva fuga. Precisamente el comunicado que emitió la policía en agosto explicando su detención sentó mal en círculos judiciales, que exigieron la apertura de un expediente para aclarar quién y por qué se había decidido difundir la captura de un menor.El Ratilla, cuyo nombre corresponde a las iniciales A. J., terminaba el próximo mes de diciembre su periodo de internamiento en Canillejas. Sin embargo, la conclusión de su cautiverio y la inexistencia en Madrid de centros de acogida adecuados para rehabilitar con ciertas garantías a muchachos de estas características plantearon a Justicia nuevos problemas. Ni el juez ni los fiscales sabían con certeza qué iban a, hacer con él ni dónde ingresarle para que prosiguiera su periodo de reinserción.

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No obstante, el juez había descartado, antes de su nueva fuga, retenerle durante más tiempo en Canillejas, ya que ello, aseguraron ayer fuentes judiciales, "habría creado al menor mucha confusión", pues no entendería que, sin motivos, prorrogaran su retención. Ahora, sin embargo, y dado que al escaparse ha incumplido el régimen disciplinario, lo más probable es que el juez decida prorrogarle varios meses su internamiento.

Fuentes judiciales subrayaron: "Hasta que volvió a fugarse el viernes, su comportamiento en Canillejas estaba siendo muy positivo en todos los aspectos". Estas fuentes lamentan que, hoy por hoy, la Comunidad de Madrid carezca de centros de acogida -de distinta naturaleza que los refórmatorios- capacitados para atender a estos jóvenes sin que puedan fugarse.

"Los centros disponibles no tienen suficientes medios y es muy fácil escaparse de ellos", aseguraron.

La directora del centro de Canillejas, Ana Calvo, rehusó ayer facilitar información sobre la nueva huida de El Ratilla y remitió a este periódico a la Consejería de Integración Social, no sin antes preguntar, extrañada: ¿Quién ha filtrado la noticia ... ?".

"Duro, peligroso"

Cuando fue detenido en el poblado de Pies Negros por la policía, tras su primera huida del centro de Hortaleza, El Ratilla -considerado en medios policiales como un muchacho "duro, peligroso y demasiado inteligente" estaba preparando dosis de droga para su venta, acompañado de un hermano de ocho años y de su sobrino de siete.Una hermana de 16 años le ayudaba en ese momento a confeccionar la droga.

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