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Japón empieza a emitir en alta definición

Juan Jesús Aznárez

Japón inauguró ayer, lunes, una nueva etapa en la historia de la televisión, al ser el primer país que comienza a emitir una programación regular de televisión de alta definición (HDTV). El primer programa fue emitido a través del nuevo satélite de comunicaciones BS-3, y su audiencia ha sido muy reducida debido al alto coste de los receptores: 4,5 millones de yenes la unidad (aproximadamente, 3,5 millones de pesetas). Este sistema, cuya imagen es de una calidad similar al cine, transmitirá a Japón los Juegos Olímpicos de Barcelona.

La cadena pública NHK, uno de los principales miembros de la Asociación Promotora de la Alta Definición (HPA), y varias estaciones comerciales correrán con los gastos de estas emisiones, con una duración de unas ocho horas diarias. Los programas no pueden ser vistos por la mayoría de los japoneses ya que el sistema no es compatible con los televisores convencionales.La venta de televisores preparados para la recepción de alta definición comenzó hace un año, y la mayoría se encuentran colocados en vestíbulos de edificios públicos, hoteles o salas de espectáculos. No hay datos precisos sobre el número de japoneses que ha optado por la alternativa de modificar sus receptores convencionales con la compra de un descodificador (200.000 pesetas), un sintonizador (30.000) y el alquiler del plato para la conexión con el satélite (25.000). Los programas, por otra parte, son también costosos, al ser necesarias cámaras y equipos especiales. Hasta el momento, la cadena NHK, cuya apuesta por el sistema ha sido decisiva en su desarrollo, ha almacenado 300 horas de emisión, y las otras estaciones privadas, 200. Con este material, serán posibles emisiones durante tres meses sin repetir espacios. Varias compañías niponas han dedicado cerca de 200.000 millones de pesetas en la alta definición durante los últimos 20 años, según informaron portavoces de Toshiba Corporation.

La implantación en el mercado de la nueva tecnología dependerá de su accesibilidad. En 1953, los televisores se vendían en Japón a 300.000 pesetas, cuando el salario mínimo se situaba entonces en torno a las 10.000 pesetas. Por aquellas fechas, los compradores fueron en su gran mayoría propietarios de cafeterías o establecimientos del sector que utilizaban la nueva tecnología para la captación de nuevos clientes. En nueve años, 10 millones de japoneses accedieron al invento, y en 1982 prácticamente todos los hogares nipones contaban con un televisor.

Abaratamiento

Pese a que 38 años después de su introducción el poder adquisitivo de los consumidores nipones y sus posibilidades de caprichos caros se han multiplicado, es todavía reducido el número de quienes están dispuestos a desembolsar más de cuatro millones por un aparato que esperan baje de precio en cuestión de meses. No hay seguridad, sin embargo, de que la rebaja vaya a ser sustancial a corto plazo ni que el ritmo de desarrollo y depreciación de los televisores de alta fidelidad se empareje con la que posibilitó la masificación de los convencionales. Sólo los circuitos integrados de alta definición cuestan 1,5 millones de pesetas, y habrá que seguir investigando para lograr su abaratamiento.Recientes estudios de mercado indican que los japoneses no parecen dispuestos a cambiar de receptor únicamente por la mejor calidad de imagen, sino que demandan asimismo mejores programas. Los actuales espacios disponibles de la HDTV tratan sobre la vida submarina o las bellezas naturales del planeta, pero hay pocas películas del gusto del gran público. El Ministerio de Correos y Comunicaciones calcula que el predio del receptor bajará progresivamente hasta el millón de pesetas, con la venta de un millón en 1994, y que a comienzos del próximo siglo 10 millones de japoneses contarán con una gran pantalla. Joseph Nishimura, director del departamento de HDTV de Sanyo Electric, subrayó que entre 1995 y 1997 se habrán vendido 400.000 unidades, suficientes para acelerar una producción masiva.

Las primeras transmisiones en directo en alta definición las llevó a cabo la NHK durante los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, y pudieron ser vistas por 400.000 japoneses, infórma Efe. Durante los Juegos de Barcelona la NHK ofrecerá cuatro horas diarias de acontecimientos deportivos, incluidas las cerernonias de inauguracion y clausura, para lo que desplazará trece cámaras especiales.

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