Un error judicial
fue subsanado ayer en el Reino Unido al declarar un tribunal de apelación inocente a Winston Silcot, condenado por el asesinato de un policía durante los disturbios raciales en Londres en 1985. El fiscal había reconocido previamente que las acusaciones eran imposibles de mantener. Según los analistas, los informes de los interrogatorios fueron falsificados.-
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