Índices
Oigo en la radio y leo en los periódicos que la Bolsa de Nueva York anda con la tensión baja última mente. Esta semana se ha rozado el pánico un par de veces. El índice Dow Jones bajó más de 40 puntos, lo que repercutió de inmediato en el índice Nikei de la Bolsa de Tokio. Todo el mundo está pendiente de lo que pasa en Wall Street, porque ya es sabido que, cuando allí se acatarran, aquí estornudamos.Es un poco difícil entender que, si las cosa! van mal en Norteamérica, en España tengamos que apretarnos el cinturón, pero lo acepta mos con naturalidad y hablamos de ello como si lo comprendiéramos. Yo, la verdad, no sé lo que es el índice Dow Jones, ni el índice Nikei, pero seguro que no se me nota. Cuando éramos pequeños rezábamos una oración que terminaba así: "Y bendito sea el fruto de tu vientre Jesús". Jamás supimos qué narices podía significar eso, primero, por que entre vientre y Jesús no había coma, y, segundo, porque, según la información que se nos había facilitado, los niños venían de París. El vientre estaba relacionado con otros asuntos. Pues daba igual, todos los días repetíamos la frase con cara de entenderla, como aquel personaje de un corto de Colomo que, cuando cantaba Montañas nevadas, decía "pomporrutas imperiales" en lugar de "`voy por rutas imperiales", y nunca se preguntó qué podía significar eso.
Del mismo modo absurdo, hemos pasado varios días pendientes de las elecciones del Colegio de Abogados. Por qué no se nos informa con igual intensidad de las elecciones del Colegio de Psicólogos, que nos hacen más falta. Es un misterio. Para mí, Pedrol y el índicei Dow Jones son dos cosas incomprensibles que, sin embargo, afectan, misteriosamente a mi existencia. Claro que tampoco he llegado a saber si se dice vicisitud o visicitud y vivo tan tranquilo.
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