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Hierro: "Antic me da libertad a cambio de goles"

El reiterado dominio del Real Madrid en el presente campeonato de Liga descansa sobre un hecho insólito: Fernando Hierro, teórico especialista de cierre, manda en laclasificación de máximos realizadores con siete goles en diez jornadas, marca similar a la de su compañero Emilio Butragueño, obrero rematador cualificado. El dato adquiere mayor brillo si se recuerda que Hierro, de 23 años, había sumado sólo 17 tantos en los cuatro años anteriores. El jugador, curiosamente, apela a un concepto metafísico para explicar el fenómeno: "Antic me da libertad a cambio de goles".

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Reina la euforia

La libertad de la que habla Hierro no es sino un cambio de ubicación en el terreno de juego y, por extensión, de funciones. El jugador explica con un símil mercantil cuáles son sus responsabilidades con Antic: "El técnico me ofrece la libertad de llegar al área a cambio de la responsabilidad de definir con goles en esa zona. Mi función no es la de un goleador estricto, pues mi trabajo fundamental consiste en robar balones en el centro del campo al lado de Milla. Sin embargo, una vez cumplida esta faceta, es decir, cuando el equipo está en ofensiva, puedo subir al área". El trabajo de Milla, es, por lo tanto, fundamental en el rendimiento del malagueño: "Efectivamente, por sus características como organizador del juego, Milla es un hombre que actúa más retrasado, por lo que me cubre las espaldas cuando yo subo al ataque".La juventud de Hierro ha jugado un papel fundamental en lo sucedido. "Cuando el míster me confesó qué es lo que esperaba de mí me explicó que mi habitual posición en el terreno de juego era demasiado cómoda para un hombre de mi edad, que corría el peligro de acomodarme. Necesitaba, según dijo, más responsabilidad para sacar partido de mis condiciones. No tengo la obligación de marcar un gol en cada partido, pero si llego al área es para definir. La verdad es que no imaginaba que podría meter tantos goles".

En sus dos anteriores temporada en el Madrid, Hierro logró siete goles por año. En el Valladolid, las dos campañas anteriores, su contribución en el área había sido nula: tres goles en total. De media punta en su etapa como juvenil, con medias de 13 y 14 tantos por temporada, Hierro debutó en Primera como hombre de cierre en el centro del campo, por la derecha, formando tándem con Minguela. Toshack, ya en el Madrid, lo empleó como central y como libre. Antic, insiste él, le ha dado un empujón de unos cuantos metros y libertad, a cambio de responsabilidad.

La opinión de Antic

El entrenador yugoslavo lo explicó así ayer: "No es ningún secreto lo que está pasando con Hierro. Es un jugador muy cualificado con una gran capacidad y sentido del espacio y de la distancia. Sus incorporaciones al área desde atrás son perfectas, porque tiene altura, agresividad y frialdad a la hora de rematar una situación de gol".

Para Antic, "Hierro es, simplemente, un jugador que tiene hambre de gol, aunque de él también espero que recupere balones a la hora de defender". El futbolista, sin embargo, hace una lectura más anecdótica del momento que vive. En su opinión, la situación es meramente circunstancial, fruto de una coyuntura afortunada y sin apenas posibilidades de continuidad. "A estas alturas del campeonato, pensar otra cosa me parecería una tontería". Antic no comparte el comedimiento de su pupilo. Mucho más optimista, está convencido de que su caudal goleador está aún por agotar: "Hierro es un hombre eufórico que se queja de mis criterios sobre él porque cree y afirma que sus goles son son más que casualidades. Yo le digo y le repito que no. Puede suceder que, por su juventud, no quiera asumir la respdnsabilidad que supone ser el máximo goleador del equipo". Hierro prefiere no ceder a la euforia: "Nosotros, cada jugador la plantilla, sabemos perfectamente hasta dónde podemos llegar. El míster esta convencido de que puedo marcar más goles, pero veo muy difícil seguir con una racha como esta. No soy Hugo Sánchez, un verdadero especialista". Sobre Hierro ha edificado Antic uno de sus argumentos preferidos a la hora de defender su labor y su puesto de trabajo ante la actitud contraria de Mendoza: "Su éxito es mi éxito".

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