Chavales de 80 años

F. P., La capacidad para albergar emociones románticas parece resistir el paso del tiempo. El ex concejal socialista de Salud Leandro Crespo recuerda que hace ocho años organizó un viaje a Mallorca para la tercera edad. "Resultó todo fantástico. El único problema fue que en una discoteca varios de ellos se liaron a golpes porque se disputaban a una vieja muy atractiva que vino a la excursión".

En aquel viaje surgieron relaciones sentimentales que aún perduran. "Conozco a dos que viven juntos desde entonces, y no se casan para no perder una pensión. Eso es lo que hacen muchos mayores, conviven pero no se casan", indica Crespo.

Rosa Rivas, de 71 años, vive en un piso tutelado cercano a un centro de día, donde se organizan bailes todos los miércoles. "Algunas viejas no paran. Las ve una bailar desde las cinco hasta las siete y media de la tarde y no se explica de dónde salen las fuerza. A muchas las sacan ellos a la pista y, si no, se ponen solas o se agarran entre ellas".

Una bala en el corazón

Un claro ejemplo de juventud senil puede ser Luis José Serrano Menéndez. A sus 71 años integró la candidatura del partido Panteras Grises en las últimas elecciones municipales de Madrid. Ahora es el coordinador del Teléfono Gris (900 10 02 13), que goza de una subvención de dos millones de pesetas por atender las quejas de la tercera edad. "Formamos un equipo de 23 chavales y el más chico tiene 65 años".

Luis José fue militar y mantuvo hasta hace poco una bala alojada en el corazón durante nueve años. Tras la operación, asegura sobrevivir con un cuarto de corazón solamente.

Afirma que al Teléfono Gris acuden más de 100 personas al día para protestar por la huelga. "Lo que nos faltaba ya eran estos paros. ¡Que nos dejen morir en paz, hombre! Todo el mundo tiene derecho a soplar la cuchara y a vivir dignamente. Sin embargo, a nosotros nos pagan pensiones ridículas y además las asistentas nos abandonan. Se nos han ofrecido voluntarios para cuidar a gente que estaba comida de mierda. Con lo que un ministro se gasta en dos whiskys, algunos tiramos un mes".