Saldremos de dudas
En las dos últimas sesiones, la Bolsa ha pasado el Rubicón de una tasa de inflación, primero positiva y después muy negativa, al compás de los pronósticos del ministro de Economía. Ayer, ningún sector escapó a las pérdidas y en algunos casos las bajas superaron los siete enteros. Para hoy no valen ipecés virtuales; a media sesión saldremos de dudas, y una de dos: o todo se va al traste -lo poco que queda de ese todo-, o la contratación renace por última vez, antes de finalizar un año funesto y más bien destinado a caer en el más profundo de los olvidos.La sesión de ayer transcurrió además sobre los raíles de otro desespero para las fuentes de liquidez. La desaceleración en el crecimiento de los depósitos bancarios registrada en los 10 primeros meses del año es una prueba de que los márgenes de maniobra de las grandes carteras institucionales disminuyen con la lógica traslación de lujo en los mercados. La nueva guerra comercial de captaciones transcurre obviamente por el incremento patrimonial que controlan los fondos mixtos y que de alguna manera ha supuesto la salvación de los volúmenes contratados en Bolsa en la segunda mitad del año.
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