Michel Rocard,

ex primer ministro socialista francés, de 61 años de edad, ha comprometido su futuro político al violar la norma que prohíbe a los cargos públicos del país vecino hablar de su vida privada. Rocard, el candidato favorito de sus compatriotas a la sucesión de François Mitterrand en el palacio del Elíseo durante los últimos tres años, se ha atrevido a anunciar a la opinión pública la ruptura de su matrimonio. En un arranque de sinceridad, el ex primer ministro, que tiene dos hijos de su matrimonio con Michèle, ha explicado las razones de su separación al periodista y escritor Philippe Labro. "Una pareja que se rompe es siempre un drama", ha explicado Rocard, "un fracaso en el que cada cual tiene su parte de culpa. Pero si se es un hombre honesto, y si además se es el esposo de una gran dama, lo que era mi caso, la separación es la solución más conforme a la lealtad". Sin embargo, antes de decidir romper con toda una tradición y hacer pública la noticia, Rocard consultó a su equipo de asesores de imagen, quienes le aconsejaron que era preferible correr el riesgo de la franqueza que enfrentarse al de la hipocresía. Lo que la inmensa mayoría de los franceses no saben es que Michèle era la segunda esposa de Rocard. El primer divorcio del ex primer ministro se produjo hace mucho tiempo, cuando aún no era un personaje público.