Checheno-Ingushetia se levanta contra Yeltsin
El líder de los independentistas musulmanes chechenos, Yojar Dudáiev, desafió ayer el poder de Borís Yeltsin al alzar en armas a su pueblo como respuesta al decreto hecho público el viernes por el presidente ruso que impone el estado de emergencia en la pequeña república caucásica de Checheno-Ingushetia. Yeltsin ha enviado a la república, del tamaño de Cáceres, tropas aerotransportadas del Ministerio del Interior para imponer la legalidad rusa. Frente a ellas, Dudáiev ha ordenado la movilización general y está repartiendo armas entre la población. Ayer, rebeldes chechenos secuestraron un avión soviético, con 171 pasajeros a bordo, y lo desviaron hacia la capital de Turquía, Ankara, con intención de dar allí una conferencia de prensa.
El avión secuestrado, un Tupolev 154 de las líneas aéreas soviéticas, que cubría la línea desde Mineralnie Vodi (Cáucaso) a Ekaterinburg (Urales), estaba ocupado por 171 pasajeros y ocho tripulantes todos ellos soviéticos. El vicepresidente ruso, Alexander Rutskoi, en una rueda de prensa celebrada ayer culpó del secuestro a cuatro pasajeros originarios de Checheno-Ingusehetia, que realizaron la operación armados con pistolas y granadas de mano. Una vez en Ankara los rebeldes solicitaron dar una rueda de prensa, con la que pretendían dar a conocer al mundo la situación de su república.
Durante las seis horas que el aparato estuvo detenido en el .aeropuerto de la capital turca, el gobernador de Ankara, Erdogan Sahinoglu, se entrevistó con los secuestradores. En rueda de prensa posterior a su entrevista, Sahinoglu declaró que los rebeldes musulmanes no tenían intenciones terroristas, sino que "secuestraron el avión como acto de protesta para declarar que son libres, que tienen un presidente elegido con el 91% de los votos, pero su declaración de independencia no ha sido aceptada por Rusia y han querido que el mundo se entere de esta situación a través de la prensa turca".
Después de confirmar que la mayoría del pasaje era de origen checheno, Sahinoglu garantizó que todos los ocupantes del aparato se encontraban bien. Sólo una azafata embarazada permaneció en un hospital de la capital turca debido a un posible desplazamiento del feto.
Una vez que el avión hubo repostado despegó de Ankara destino a Grozny, capital de Checheno-Ingushetia. Al cierre de esta edición el aparato acababa de llegar a su destino y todos los pasajeros fueron liberados. Fuentes del aeropuerto aseguraron que todos estaban a salvo, pero no comentaron nada de la suerte de los supuestos secuestradores, informa Reuter desde Moscú.
Entretanto, los refuerzos enviados por Yelstin para frenar los disturbios en la república llegaron a bordo de aviones de transporte Ilyushin que realizaron 70 vuelos. Los aparatos aterrizaron en un aeropuerto de Osetia del Norte, territorio próximo a la república rebelde (1,3 millones de habitantes en 19.000 kilómetros cuadrados). Según el diario Moskovsk¡ Komsomolets, el traslado de las fuerzas comenzó la noche del jueves al viernes. De hecho, el decreto del estado de emergencia lo firmó Yeltsin el jueves, aunque no se hizo público hasta el viernes por la noche.
El representante del Gobierno provisional ruso, Ahmed Arsanov, designado por Borís Yeltsin, manifestó ayer que decretar el estado de emergencia en Checheo-Ingushetia era un error, e invitó al pueblo a no tenerlo en cuenta.
Según el vicepresidente ruso, 532 agentes pertenecientes a las tropas especiales del Ministerio del Interior fueron cercados ayer por los independentistas en un aeropuerto militar próximo a Grozni, la capital de Checheno-Ingushetia. Asimismo, Rutskoi confirmó que un centenar de agentes permanecía cercado en edificios del Ministerio del Interior soviético. A continuación añadió que las tropas enviadas por Yeltsin tienen órdenes estrictas de no disparar.
'Movilización general'
A través de la televisión local, el general retirado, Dudáiev, dejó claro que no iba a tolerar ninguna tibieza entre los chechenos, al advertir que los que "traicionen la libertad de su pueblo serán expulsados, y ni ellos ni sus descendientes podrán regresar a las sagradas tierras del Cáucaso". Horas después, Dudáiev decretó la movilización general de todos los hombres capaces de usar un arma. Tras el llamamiento, grupos de chechenos se congregaron en la capital del territorio. Durante la mañana de ayer fueron repartidas armas entre los rebeldes y se levantaron barricadas para impedir la acción de las tropas enviadas por Moscú. Según los grupos de oposición a Dudáiev, buena parte de las armas de que disponen los chechenos han sido facilitadas por el presidente de Georgia, el dictador Sviyad Gamsajurdia.
El Parlamento checheno elegido el 27 de octubre otorgó ayer plenos poderes a Dudáiev, que inmediatamente anuló el estado de emergencia decretado por Yeltsin e instauró el estado de guerra. Al mismo tiempo, creó el Ministerio de Defensa y puso bajo sus órdenes a todas las tropas acuarteladas en la república.
La compleja situación la acentúa el hecho de que la república, como indica su nombre, es de los chechenos, pero también de los ingushes, dos pueblos que habitan las montañas del Cáucaso, al norte de Georgia. Ambos son musulmanes suníes, pero son grupos tradicionalmente enfrentados entre sí.
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