Dorna concreta con Ecclestone las Series Mundiales

Carmelo Ezpeleta, director del departamento Dorna Motor de la empresa Dorna, poseedora de los derechos de televisión del Campeonato Mundial de motociclismo a partir de 1993, se encuentra en Londres para ultimar en la medida de lo posible el calendario de las World Series (Series Mundiales) con la empresa Two Wheels Promotions, propiedad del británico Bernie Ecclestone, dueño del Mundial de Fórmula 1.

Las Series Mundiales son un auténtico Mundial paralelo de velocidad, nacido tras el rechazo protagonizado por el congreso de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), que descartó organizar conjuntamente el campeonato con las dos compañías. Dorna y EccIestone podrían dar a conocer durante los próximos días el calendario de su campeonato.EccIestone ha sido, precisamente, el último en hablar y el que se ha mostrado más contundente a la hora de confirmar que las World Series están a punto de nacer. Ecclestone, que parecía personalmente ligeramente distanciado del proyecto, reconoció en declaraciones efectuadas en el circuito australiano de Adelaida que "no sólo están ya en marcha, sino que serán el auténtico campeonato del mundo de velocidad pues tenemos a todos los equipos, pilotos y marcas". El dueño de la F-1 quería salir al paso de una supuesta información suministrada hace un par de semanas por la propia FIM desde Nueva Zelanda -sede del último congreso de la federación- en la que se aseguraba que las tres grandes fábricas Japonesas (Honda, Yamaha y Suzuki) había mostrado su apoyo a la FIM. "Eso es rigurosamente incierto" señaló Ecclestone, "pues las marcas están con nosotros".

No hace mucho, Ian Mckay, uno de los responsables del departamento de competición de Honda con sede en Europa, indicó a este periódico que las marcas japonesas seguirán suministrando sus mejores máquinas, las oficiales, a los equipos que, no sólo puedan comprarlas -por encima de los 125 millones de pesetas por un par de motos, las necesarias para cada piloto oficial-, sino que cuenten con profesionales de la suficiente valía como para ponerlas a punto y pilotarlas. Y es ahí donde entran Doma y Ecclestone.

Generar ingresos

Tal y como reconoció ayer un alto ejecutivo de Dorna Motor "lo fundamental en este nuevo proyecto, es ofrecer a los equipos el dinero que se merecen y no las migajas que durante los últimos años le ha estado ofreciendo la IM. Nosotros hemos llegado a un acuerdo con la asociación de equipos (IRTA), que a su vez tiene contratados a los mejores pilotos, para ofrecerle el dinero que consideramos merecen ganar y necesitan para mantener con decoro un equipo de calidad y no como ahora donde sólo tres o cuatro teams están corriendo con los medios necesarios. Una vez alcanzado el acuerdo", terminó diciendo la misma fuente, "somos nosotro los que tenemos que generar los suficientes ingresos para que el negocio sea, eso, un negocio además de un buen Campeonato del Mundo".Este periódico ha podido saber que los propulsores del nuevo campeonato han ofrecido 60 millones de pesetas a la IRTA para cada gran premio.

Con el nuevo proyecto, los pilotos saben antes de que empiece el campeonato lo que van a ganar, los premios que están en juego en cada Gran Premio -se habla de crear incentivos del tipo de premiar la vuelta rápida, las vueltas en cabeza...-, así como contar con la seguridad de que sus equipos viajarán en condiciones, contarán con parques cerrados adecuados, los circuitos tendrán las medidas de seguridad necesarias y,. lo que es más importante, la cobertura televisiva que se merece el espectáculo, tan bueno o más que la F-1.

Dorna y EccIestone parecen haberse movido con rapidez -sus representantes llevan ya varios meses moviéndose por los grandes premios, adquiriendo adhesiones y firmando contratos- y su, proyecto podría significar un duro golpe para el campeonato que seguirá organizando la FIM.

Ni a Doma ni a Ecclestone, que han asegurado tanto a los equipos como a los pilotos participantes, así como a los circuitos que alberguen sus pruebas, unos extraordinarios ingresos por cada Gran Premio, parece preocuparles la forma y el modo de generar esos millones de dólares en premios.