Teletexto
Ahora tengo una televisión con tele texto. O sea, que aprietas un botón y aparece en pantalla un servicio de información con el que puedes saber minuto a minuto lo que le pasa al mundo. Además de eso, el teletexto incluye pasatiempos, horóscopo recetas de cocina, videojuegos, farmacias de guardia, teléfonos de interés y un informativo para sordos Vamos, que es como un periódico inacabable, borgiano, porque cuando vuelves a, la primera página las noticias son otras.Para los obsesos de la información como yo, este servicio no tiene precio. Ahora, cuando me da el ataque de insomnio a las cuatro de la mañana, pongo el teletexto y le voy siguiendo el pulso al mundo con la frialdad de un piloto de fórmula 1 a trescientos por hora. Algunos dirán que qué va a pasar a las cuatro de la mañana, pero eso es una tontería; en el mundo siempre pasa algo, porque, por ejemplo, cuando aquí estamos en la cama, en otros países e de día y los trabajadores salen a trabajar, los yonquis a buscar su dosis, los ladrones a atracar, los guardias a poner multa, los pobres a pedir.. En fin, que de repente se juntan en la calle personas con intereses muy variados que entran en conflicto. Entonces, claro, suceden cosas y e teletexto las transmite en seguida, aunque estemos durmiendo. Y yo como soy insomne, me entero el primero porque estoy ahí, leyéndolo en la pantalla de mi televisor. Además si aprietas otro botón, el teletexto sale sobreimpresionado encima del programa que estén pasando en esos momentos, con lo que puedes atender a varias cosas a la vez y subir así la temperatura del agobio. Algunos dirán que de nada sirve recibir más información de la que se es capaz de asimilar, pero es que yo no lo hago por saber más, sino por estar ocupado. Además, mientras pienso en lo que le pasa al mundo me olvido de lo que me pasa a mí.
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