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LA FUSIÓN DEL BANCO CENTRAL Y EL HISPANO AMERICANO

Difícil equilibrio

Central e Hispano se reparten salomónicamente el poder

El reparto del poder en el nuevo Banco Central Hispanoamericano (BCH) no ha provocado, por el momento, las tiranteces que se dieron en la fusión del Bilbao y el Vizcaya. A simple vista parece que se han tomado decisiones salomónicas, aunque en los puestos claves del nuevo organigrama aparecen más nombres procedentes del Banco Hispano que del Central. Ambas entidades dicen que han buscado el equilibrio, aunque reconocen su dificultad.

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Siempre se ha dicho que el Banco Central es dirigido por tres personas aparte del onmipresente Alfonso Escámez. Estos son Epifanio Ridruejo, Luis Blázquez y Antonio Escámez Torres. Por contra, el Banco Hispano Americano, al haber sufrido un proceso de saneamiento y tuvo que formar un equipo de gestores que, bajo la batuta de Claudio Boada, aplicó una terapia de nuevas técnicas bancarias, según expertos.. Este equipo tiene en su activo el haber reflotado una entidad que no repartió dividendo en 1984.Ambas entidades acordaban el pasado mes de mayo unirse en matrimonio con unos ajuares bastantes dispares. Los modos de gestión eran distintos y la materia gris estaba descompensada Son dos equipos unos más obrerista, el Central, y otro más elitista, el Hispano, dicen los técnicos del sector. A pesar de las apariencias de compostura en el primer nivel hay algunos pesares que se reconocen en privado. Además, los consejos de administración cuentan con distinto número de miembros. El Central con 21 y el Hispano con 17. Tras varias conversaciones entre Alfonso Escámez y José María Amusátegui para cuadrar el organigrama de mando, se decide que los consejos no se igualarán en miembros por el momento. Amusátegui nunca fue partidario de nombrar consejeros a ejecutivos de la entidad, según sus colaboradores directos. Mientras en el Central, Epifanio Ridruejo, Luis Blázquez y Antonio Escámez Torres son consejeros y directores generales, en el Hispano la tríada en la que se apoyó Amusátegui en su etapa como presidente, Emilio Novela, Antonio Basagoiti y Baldomero Falcones, no estarán en el consejo aunque siguen copando áreas muy importantes dentro de la gestión diaria.

Sin embargo, los hombres del Hispano aparecen en mayor número en el primera línea de negocio que depende del todavía presidente solidario José María Amusátegui y futuro presidente. En el nuevo organigrama el anterior consejero delegado del Central, Epifanio Ridruejo, pierde parte de poder al controlar sólo la división de banca operativa auxiliado por Antonio Basagoiti que ve un escalón entre él -y el presidente. Asimismo, Luis Blázquez, la mano derecha de Escámez durante muchos años también queda ligado a su presidente con responsabilidad sólo sobre el grupo industrial y asegurador, por lo que su destino queda un tanto unido al de Escámez. Por contra, Antonio Escámez Torres, el sobrinisimo, refuerza su posición al asumir un sector de gran futuro como es la banca internacional, tesorería y mercados de capitales. Ramón Colao, del Hispano, será nombrado consejero en un próximo futuro. Por su parte, José Zamora, del Hispano, que llevará el departamento de Control, tiene como segundo a Eugenio Pujadas, del Central. Baldomero Falcones llevará la Corporación Hispamer y las financieras del Central.

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