Ninguna familia gitana de Los Focos será realojada en Villaverde, según el Consorcio

Ninguna familia del poblado gitano de Los Focos, de Vicálvaro, será realojada en Villaverde, en contra de lo que estaba previsto con anterioridad a las sucesivas acciones de protestas que han mantenido los vecinos de ese último barrio, según el preacuerdo alcanzado ayer entre Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid, y el portavoz de la Coordinadora de Vecinos de Villaverde, Nicanor Briceño.

El preacuerdo alcanzado ayer establece el compromiso de la Comunidad de Madrid de construir viviendas sociales en Villaverde destinadas a familias con escasos recursos económicos, así como dotar al barrio de zonas verdes e instalaciones deportivas. Contempla, asimismo, la creación de viviendas de una "tipología especial" en Los Molinos, poblado que, al menos hasta ayer, se encontraba ocupado por un grupo de vecinos que se oponen a la construcción de un asentamiento marginal.En un principio, estaba previsto asentar en los Molinos a 88 familias gitanas; de ellas, aproximadamente la mitad eran de Los Focos y la otra mitad del poblado marginal de Altamira. El acuerdo sí contempla el realojamiento de estos últimos en Villaverde.

La decisión de no asentar familias gitanas de Los Focos en el barrio de Villaverde, que supone un cambio en el programa de realojos, fue comunicada ayer a los periodistas por Miguel Ángel Pascual, quien también estuvo presente en la reunión entre Leguina y Briceno. Pascual es presidente en funciones del Consorcio de Realojamiento de Familias Marginales y presidente del Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima).

Briceño salió de la reunión aparentemente eufórico y, ante los periodistas, vislumbró "un principio de acuerdo" en la oferta que, según él, le hizo la Administración. Sin embargo, Pascual matizó después, por separado, algunas de las apreciaciones "positivas" que expuso Briceño a los periodistas.

Viviendas sociales

A juicio del portavoz de los vecinos de Villaverde, la Comunidad se había comprometido, por una parte, a no construir un asentamiento marginal en Los Molinos, y, por otra, a ejecutar un ambicioso plan de viviendas sociales para el barrio. Ese plan, precisó Briceño, quedaba supeditado a la colaboración del Ayuntamiento, que es quien debe liberar el suelo. De hecho, se ha previsto para el próximo jueves una reunión entre la Comunidad, Gobierno Civil y Ayuntamiento de Madrid para abordar el problema de la marginación. La oferta de Leguina y Pascual, según la entendió Briceño, incluía también la dispersión por el barrio -en bloques de pisos o en casas de planta baja, según las necesidades- de las familias marginales. Recogía asimismo la creación de zonas verdes y deportivas en las inmediaciones del poblado de Los Molinos y, en general, en todo el barrio de Villavarde.Briceño había anunciado una huelga general y una manifestación ante el palacio de Oriente para el día 30, día en que se inaugurará la conferencia de Paz, si no se llegaba a un acuerdo. Pero creyó verlo tras su reunión con Leguina, a pesar de la matizaciones de Pascual. De hecho, dijo que iba a sugerir a sus convecinos, anoche mismo, la desconvocatoria de tales medidas.

Briceño y Pascual se contradijeron en sus respectivas conferencias de prensa: O el presidente del Consorcio de Realojamiento de Familias Marginales no se explicó bien, o el portavoz de los vecinos lo entendió de otra forma. Salvo lo del plan de viviendas sociales con su consiguiente dotación de zonas verdes y deportivas, el resto de lo dicho por Briceño fue desmentido después por Pascual.