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Entrevista:

"Hasta que el cuerpo aguante"

VICENTE JIMÉNEZ El pasado 9 de abril, Gordillo fue sometido a una artroscopia en su rodilla izquierda para extirparle el menisco interno. No fue la primera. Tal vez sí la última. Este año finaliza su contrato con el Real Madrid. Desea seguir. El Bernabéu también. "Que no he hecho nada, que no he hecho nada", dijo ayer al verse rodeado por un grupo de informadores.

Pregunta. La afición asegura orgullosa que la banda izquierda del Bernabéu es suya. ¿Le halaga el comentario?

Respuesta. No confundamos. Yo no he hecho nada para merecer esa distinción. Cuando salgo a jugar no lo hago para que digan que soy el dueño de la banda o que ése debe ser mi sitio. Mi objetivo es ayudar el equipo, a mis compañeros. Siempre he jugado como ahora, unas veces mejor y otras peor. Que el equipo juegue mejor conmigo no es más que una casualidad. Sin mí, el Madrid también ganaría. Estoy seguro de ello.

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P. Hasta el momento, Antic sólo le ha utilizado como titular en un partido, en Bilbao. ¿Considera que tiene un puesto en el once inicial?

R. Ser titular es sólo una frase que, además, no me gusta. Nadie es titular. El equipo parte de una plantilla y yo soy uno más. Si puedo ser útil, mejor. Si estoy en forma, juego. Si no, no juego. La titularidad depende del entrenador y el pensar que uno puede serlo supondría una desprecio para los compañeros.

P. Sin embargo, el Bernabéu se conmociona cada vez que usted sale a calentar.

R. Es cierto. La verdad es que no se qué es lo que doy a esa gente. Serán los siete años que llevo aquí o que caigo simpático a la afición. Yo creo que no lo he hecho muy mal. El caso es que se te pone la piel de gallina al oír como el público te grita cuando estás calentado. Es algo que le gusta a cualquier. Luego, claro, uno sale como una moto a comérselo todo.

P. ¿Y cuando las cosas no van bien?

R. Entonces no se oyen gritos, sino un rumorcillo que te indica que no lo estás haciendo como la gente quiere. En cualquier caso, oír los aplausos cuando ya estás calentando te da mucha moral.

Adiós a las lesiones

P. El año pasado no fue un buen año para usted. Lesiones, recaída, la mala situación del equipo ... ¿cómo se siente ahora?

R. Cuando uno está lesionado y no puede jugar lo pasa muy mal. Gracias a Dios, ahora todo está olvidado. Me siento con moral, con ganas, lleno de confianza. Recuperado, en una palabra. La pretemporada fue muy fuerte y satisfactoria para mí, pues me sentí muy bien. Hasta ahora sólo he jugado un partido completo, el de Bilbao, y me encontré fuerte. Después he salido al campo como suplente en dos medias partes. Físicamente ando a tope.

P. Este año finaliza su contrato. ¿Ha iniciado negociaciones para renovar?

R. De momento, no. Mi objetivo es esperar un poco para negociar. Un mes o un mes y medio antes de que finalice la temporada creo que será el momento adecuado para tratar el tema. Para ese tiempo, ya estará todo más claro y se verá cómo me ha ido la temporada.

P. Tiene usted 34 años de edad. Es, por lo tanto, uno de los jugadores más veteranos de la Primera División española. ¿Se marca algún plazo para la retirada?

R. Yo seguiré hasta que el cuerpo aguante. Mientras esté sobre un terreno de juego y no haga el ridículo, seguiré jugando a fútbol.

P. Su concurso, aseguran, dota al equipo de una confianza ausente cuando usted está en el banquillo. ¿Cree que en verdad existe dicho problema?

R. Somos líderes, no hemos perdido ningún partido y estamos jugando bien. ¿Dónde están los problemas? Se están dando muchas vueltas sobre Antic, sobre su futuro, sobre Prosinecki.... El equipo está funcionando y si los resultados no acompañan, el entrenador acabará por irse. No es el caso, pero así funcionan todos los clubes, no sólo el Madrid.

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