Nueva tragedia en la bahía de San Francisco
Dos años después del terremoto, las llamas destruyen parte de la ciudad de Oakland
La localidad de Oakland, situada junto a la ciudad de San Francisco, en California, se ha vuelto a ver sacudida por la desgracia. Dos años después del gran terremoto que asoló esta zona, el incendio de proporciones gigantescas que se inició el domingo ha causado ya 10 muertos, 67 heridos, la destrucción de al menos 500 casas y la evacuación de 3.500 personas. Seiscientos bomberos se enfrentaron contra esta pared de fuego, que metro a metro fue destruyendo una de las zonas más lujosas de Oakland, mientras sus habitantes abandonaban sus casas con unas pocas pertenencias y veían, impotentes, cómo el fuego convertía en cenizas todas sus posesiones.
Algunos ciudadanos del área incendiada estaban desesperados. Dianne Lavin explicaba que había tenido que salir de su casa corriendo, sin poder sacar nada de valor. "Espero volver cuando el fuego esté completamente apagado para saber si puedo recuperar algo de entre las cenizas", comentó.
El campus de la Universidad de California también fue desalojado y el servicio del metro que une Oakland con San Francisco mediante túneles construidos bajo la bahía se paralizó.
El alcalde de la ciudad, Elihu Harris, confirmó ayer que al menos 10 personas han muerto. El gobernador de California, el republicano Pete Wilson, ha declarado el estado de emergencia y calificó el siniestro de "desastre terrible".El gran incendio de Oakland se ha producido cuando la ciudad aún recuerda la pesadilla del terremoto que asoló esta zona de la bahía de San Francisco el 18 de octubre de 1989. El fuego alcanzó su máxima violencia mientras el equipo de fútbol americano 49ers se enfrentaba en San Francisco a Los Leones de Detroit. Los jugadores y los espectadores estuvieron más pendientes de la humareda que oscureció el cielo que del propio partido.
El incendio del fin de semana se atribuyó a las altas temperaturas y a la tremenda sequía que sufre esta zona de California. Este Estado se encuentra en situación de máxima emergencia antiincendios desde hace cinco años.
Según Alfred Nero, jefe de bomberos de Oakland, las ramas secas de los eucaliptos y los robles que daban color a esta zona residencial fueron la causa de las desgracias. "Los árboles se prendían como antorchas, y su proximidad a las casas, la mayor parte de las cuales son de madera, han provocado la desgracia", comentó Nero. La espesa cortina de humo que rodeaba la zona del incendio dificultó las tareas de extinción.
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