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Madrid, plaza de España, 14.30

Miles de jóvenes se inyectaban droga ayer por los rincones de España mientras el Parlamento debatía la ley de seguridad. Inocentes todavía, a la espera de las sanciones que ese texto les depara, continuaron con su "consumo público" sin otra atención que la de los fotógrafos. Los policías municipales de Madrid emprendieron ayer la aplicación del bando antidroga: denunciaron a 43 yonquis y les informaron sobre los centros de atención. Uno de ellos les contestó: "Para cuando tenga plaza para desintoxicarme me da tiempo hasta de morirme". Madrid 1 Editorial en la página 14

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