Patrulleros, justicieros y policías

El conflicto en la Malva-rosa provocó hace ya tres años la aparición de patrullas urbanas, impulsadas por sectores de comerciantes, que se dedicaron a suplantar las tareas de la policía. Vecinos armados circularon durante las noches por el barrio para prevenir la venta y el consumo de la droga. Tras las medidas de un mayor control policial y el anuncio oficial de que las casitas rosas -verdadero centro del tráfico de estupefacientes en el barrio- serían demolidas, las citadas patrullas desaparecieron.Posteriormente, surgieron grupos autodenominados justicieros, integrados por adolescentes y asimismo alentados por algunos comerciantes. Portavoces de estos colectivos violentos se negaron ayer a realizar declaraciones a este periódico. El deterioro de la situación en el barrio ha desbordado en las últimas semanas a la Asociación de Vecinos y al resto de entidades ciudadanas y las protestas se han agravado de forma espontánea.

La Delegación del Gobierno afirmó ayer que 14 policías sufrieron heridas en los enfrentamientos en la noche del lunes con los manifestantes de la Malva-rosa, que lanzaron piedras y botellas con gasolina y provocaron daños en 13 furgonetas, cuatro automóviles radio-patrulla y un vehículo lanza-agua, según la versión policial.

El gobernador civil de Valencia y delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Francisco Granados, explicó ayer que las cargas policiales contra los manifestantes se realizaron tras la negativa de éstos a permitir la libre circulación en la zona. Granados lamentó que más de 2.000 personas "perdiesen la razón".

Portavoces policiales indicaron ayer que en la noche del lunes sólo se practicó una detención de un joven de 21 años.