El peso del mundo
La fluctuación de las cotizaciones en Bolsa depende directamente de los cálculos aproximados de los resultados de las empresas. Un principio sacralizado que envalentona a los pequeños accionistas y que a la vista de lo que arroja el tercer trimestre debería haber puesto un turbo al volumen y a los cambios. No ha sido así simplemente porque el llamado mercado eficiente depende de una visión mas amplia de los negocios y la rentabilidad del dinero entendida como depósito de la razón. En este medio más complejo -en el que juega la negociación global, incluidos los activos monetarios y las veleidosas variables psicológicas- los ganadores nacen de la soledad; por no decir que emergen casi por casualidad vestidos de criaturas rapaces con pinceladas de caballero industrial en la edad heroica de los negocios.Dadas las condiciones actuales del mercado, el cazador de fortuna es un rara avis casi en extinción o permanece inactivo con sus arcas repletas de liquidez y su capacidad de seleccionar atrapada en su inconsciente. La decisión del inversor soporta el peso del mundo como lo hace la amarga ansiedad en la ficción de Peter Handke.
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