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Cerco a la droga

La policía impidió que 1.000 vecinos asaltaran Pies Negros

¡No queremos droga; que se vayan", gritaban anoche unos 1.000 vecinos de Entrevías, con miradas descompuestas de rabia y dirigidas al foco marginal de Pies Negros. "Mis niños están asustados, ¿por qué vamos a pagar justos por pecadores?", decía, aparentemente afligido, Tonino, desde la puerta de su chabola, situada unos 50 metros de la manifestación.Un fuerte cordón policial, equipado con material antidisturbio, impedía a los manifestantes, la mayoría muy exaltados, entrar en Pies Negros, un poblado habitado por unas doce familias, la mayoría gitanas.

"Menos mal que estábamos aquí: ésto podía haber sido una masacre. Los de Pies Negros hubieran empezado a tiros si ven que la multitud se acerca a sus casas", indicaba uno de los agentes que impedían el paso al poblado de los manifestantes.Los vecinos de Entrevías se habían concentrado entrada la noche en las calles de acceso al poblado. Tenían intención de entrar dentro. En ocasiones, los agentes tuvieron que emplearse a fondo para evitarlo. "Los ánimos están muy exaltados", indicó un manifestante partidario de "hacer cualquier cosa para echarlos de aquí [de Entrevías]".

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"No somos racistas, que conste; estamos en contra los traficantes, sean payos o gitanos". "Queremos vivir en paz; poder entrar a una cabina sin que haya nadie dentro pincándose. Y hasta que no lo consigamos, hasta que no desmantelen Pies Negros, vamos a seguir saliendo por la noche", decía otro manifestante.

"Señor comisario: los delincuentes no somos nosotros, están allí, detrás de usted", señalaba con ahínco una manifestante hacia el poblado, al tiempo que las puertas de Pies negros dejaban ver, de vez en cuando, rostros de desconfianza.

¿Y adónde nos vamos?

"Yo no vendo, pero es verdad que ahí hay droga; no tanta como creen ellos: peor es la Celsa [otro barrio marginal de Entrevías], explicaba J. V., de 19 años, uno de los moradores de Pies Negros y convecino del Ratilla.Víctor Manuel Gómez Ruso, también sin apartar los ojos de los manifestantes y oculto en la ocuridad de la noche, frente a la puerta de su chabola, relató: "SI quieren que nos vayamos, nos vamos; me parece bien. Pero ¿a dónde, a qué sitio ... ?.

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