Fuerza mayor

El cierre semanal comenzó dando la sensación de que los problemas monetarios estaban prácticamente descontados y que podía ser un buen momento para arriesgar algún movimiento, incluso pensando en el medio plazo.El Banco de España, sin embargo, se ha empeñado en ser el Pepito Grillo del sistema y ha hecho sonar las alarmas ante tanta alegría bajista en el terreno de los tipos de interés. La intervención diaria reguladora de la liquidez del sistema subió hasta el 12,65% para los certificados del Banco de España y el 12,25% para la deuda pública. A esos precios se inyectaron al sistema 1,49 billones de pesetas, momento a partir del cual la bolsa asumió su papel de comparsa y volvió ser víctima de las ventas.

Desde la discreción de la apertura, en la que había un equilibrio de fuerzas nada desdeñable, se pasó al predominio del papel, con las excepciones de costumbre y las carencias habituales, ya que en los corros un 18,6% de los valores volvieron a publicar posición de papel sin operaciones ante la ausencia de dinero. Al final, fue Telefónica la encargada de contrarrestar la corriente vendedora, aunque el esfuerzo tuvo una recompensa más que mediana, pues el índice cerró con un recorte de 2, 10 puntos, lo que eleva la pérdida semanal a un 3,36%.