Ocho pilotos militares se prestan a ser candidatos municipales de Ruiz-Mateos para dejar las FF AA

Ocho mandos del Ejército del Aire -un comandante y siete capitanes-, destinados en distintas bases de Madrid, se han presentado en las listas de la Agrupación Ruiz-Mateos para las próximas elecciones municipales parciales del 3 de noviembre en las pequeñas localidades segovianas de Armuña y Garcillán, donde por ausencia de candidatos no se celebraron el 26 de mayo. Otros 16 pilotos militares obtuvieron la excedencia tras presentarse a las últimas elecciones locales y autonómicas, casi siempre en las listas del empresario jerezano.

Se trata, según medios oficiales, del comandante Antonio Javier A. García de la Calera Morales y de los capitanes Gustavo Olea Arranz, José Javier Arancibia Díaz, José Manuel Villa Bustos, Julio Javier Prada Bonilla, Eduardo Ballesteros Santiago, Juan Antonio Sánchez Domínguez y Ramón Torres Torres.Los cuatro primeros se presentan en Garcillán y los cuatro últimos en Armuña, donde resultarán elegidos con toda seguridad al tratarse de la única lista presentada. Todos ellos son pilotos y están destinados en las bases madrileñas de Cuatro Vientos, Getafe y Torrejón.

Fuentes de la Audiencia Provincial de Segovia, que actúa como junta electoral Provincial, han asegurado que les consta que hay militares en las candidaturas de la Agrupación de Ruiz-Mateos para los municipios de Armuña y Garcillán aunque no disponían de datos suficientes. No obstante, han indicado que los candidatos no tienen por qué acreditar su profesión. Para estas fuentes, "haciendo una elucubración no acreditada" pueden ser pilotos del Aire que utilicen su presencia en la candidatura para lograr la excedencia del Ejército.

Armuña, con un censo de 299 electores, y Garcillán, con 313, son dos de los 11 municipios de la provincia de Segovia donde no hubo elecciones municipales el 26 de mayo al no haberse presentado ninguna candidatura. Las elecciones se repetirán en estas localidades el 3 de noviembre.

El pasado lunes, pocas antes del cierre del plazo de presentación de candidaturas, representantes de la Agrupación Ruiz-Mateos entregaron las suyas ante la junta electoral de la zona de Segovia para los municipios de Garcillán, donde deberán competir con el Partido Regionalista Castellano (Prec), y de Armuña, donde concurren en solitario. En cada municipio saldrán elegidos siete concejales.

Fuentes de la junta electoral de zona admitieron la existencia de militares en las candidaturas de Ruiz-Mateos y se limitaron a señalar que procederán al estudio de la documentación presentada para ver si es correcta y continuar la tramitación hasta que se proclamen las candidaturas.

El capitán Villa Bustos, con el que habló ayer este diario, se negó a confirmar su presencia en las candidaturas de Ruiz-Mateos. "Ni confirmo ni desmiento v, nada y hagan ustedes el favor de el no volver a llamar a este teléfono", dijo en tono expeditivo.

La secretaria general de la Agrupación Ruiz-Mateos, Carmen Lovelle, aseguró ayer que no tenía constancia de la condición de militares de los candidatos. "Eso sería secundario", agregó, "o importante es que vamos a cubrir con nuestro alcalde un hueco al que no se dignan acudir los grandes partidos".

El caso Losada

El caso protagonizado por estos militares no es el primero que se produce en el Ejército del Aire, aunque sí el más espectacular, según las fuentes consultadas. Un total de 16 miembros de la Fuerza Aérea se presentaron a las últimas elecciones municipales y autonómicas, la mayoría en puestos en los que resultaba casi imposible su elección y muchos de ellos en las candidaturas del empresario jerezano.Especialmente sonado fue el caso del capitán Gonzalo Losada Márquez, que figuraba en el número 40 de la lista de la Agrupación Ruiz-Mateos al ayuntamiento de Madrid. El Ministerio de Defensa se vió obligado a conceder la excedencia voluntaria a dicho capitán en el momento en que acreditó su participación en las elecciones, a pesar de que en aquel momento cumplía arresto por trabajar en líneas aéreas comerciales mientras disfrutaba de una excedencia para el cuidado de los hijos.

Fuentes jurídicas próximas al Ministerio de Defensa admitieron la dificultad de enfrentarse a este tipo de situaciones, pese a la sospecha de que se trata de un fraude al espíritu de la ley. El artículo 100 de la ley Reguladora del Régimen del Personal Militar Profesional, vigente desde 1990,obliga a conceder automáticamente una excedencia voluntaria de dos años a aquellos militares que se presenten como candidatos a órganos representativos públicos. En caso de resultar elegidos, la excedencia se prolonga hasta dos años después de concluido el mandato.

En medios militares se afirma que esta fórmula puede suponer "un coladero", ya que permite burlar el reglamento de adquisición y pérdida de la condición de militar profesional, que obliga a los pilotos y a algunos otros profesionales con formación técnica especializada a permanecer un mínimo de 15 años en el servicio activo antes de obtener el pase voluntario a la reserva.

Un alto mando de la Fuerza Aérea expresó ayer su convencimiento de que "es mejor que se marchen" del Ejército quienes protagonizan este tipo de actuaciones, que en su opinión reflejan una "falta de dignidad personal y de respeto a su profesión", ya que acaban generando malestar entre sus compañeros. Dicho mando calificó, no obstante, de "lamentable" que "se burle la ley" y que "haya un partido político que se preste a este juego".

El Ejército del Aire sufre un grave déficit de pilotos, que se cifra en unos 500, como consecuencia de la fuga masiva de profesionales a las líneas aéreas comerciales.