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El CDS abre mañana su congreso extraordinario bajo el síndrome de la extinción

El antagonismo alcanzado entre sectores del CDS enfrentados respecto a quién debe dirigir el partido, amenaza con romper esa organización política tras el congreso extraordinario que realizará en los dos próximos días en Madrid. Al debilitamiento que le aqueja tras el fracaso en las elecciones municipales y autonómicas de¡ mes de mayo, sobre este partido se cierne la posibilidad de que Adolfo Suárez decida distanciarse progresivamente de la política partidista. A este respecto, fuentes cercanas al presidente del Gobierno, Felipe González, aseguran que el jefe del Ejecutivo desearía contar con Suárez para un puesto de Estado, al margen de los partidos, si éste decidiera finalmente dejar la política activa.

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El dilema de un ex presidente

El riesgo de ruptura del CDS es tan perceptible que el eurodiputado y candidato a la presidencia de ese partido, Raúl Morodo, ha enviado una carta a los principales representantes de los sectores enfrentados -José Ramón Caso, Antoni Fernández Teixidó, Rafael Calvo Ortega y Rafael Arias Salgado- para celebrar hoy una reunión en un último intento de conseguir la integración. Morodo ha expresado su deseo de que fuera el propio Suárez quien hiciese esta labor, pero que si no accede lo hará personalmente. Morodo puede ocupar este puesto de mediación toda vez que las partes en conflicto han invocado su nombre para la presidencia.Adolfo Suárez, fundador del CDS, no participará en los debates congresuales de su partido y, según algunos dirigentes del mismo, sólo asistirá a la clausura del congreso. El ex presidente centrista, que dimitió de su cargo en la noche del 26 de mayo para poner en evidencia que asumía personalmente la retirada de la confianza del electorado, ha mantenido silencio en los últimos cuatro meses para evitar las acusaciones de injerencia desde la sombra. [Caso declaró en la tarde de ayer a Europa Press que no cree que Suárez vaya a abandonar su escaño].

Caso y Suárez

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No obstante, desde el aparato del partido se ha deslizado reiteradamente la hipótesis de que Suárez apostaba por la continuidad de Caso en la secretaría general y que no vería con buenos ojos la asunción de este puesto por Fernández Teixidó, Arias Salgado o Calvo Ortega.

A este respecto cabe señalar que Raúl Morodo no ha asumido formar tándem con José Ramón Caso, con el argumento de que no querría hacerse cargo de un partido dividido.

Por el momento Rafael Arias Salgado que aspira a la secretaría general, está intentando convencer a sus detractores de que no es cierta la tesis de su proclividad a pactos con el PP. No obstante, las informaciones que proceden del PP no ayudan a deshacer esta imagen, ya que dirigentes del partido que lidera José María Aznar consideran "factible" la incorporación a su partido de Arias Salgado en el caso de que éste considere decepcionante el resultado del congreso de este fin de semana. Por el momento, el interesado lo niega.

Aunque anteayer los dirigentes de las plataformas renovadora y territorial alcanzaron un principio de acuerdo, basado fundamentalmente en su oposición a José Ramón Caso, tampoco se puede hablar de unanimidad, ya que hay discrepancias en cuanto a quiénes deben ocupar la presidencia y la secretaría general.

Los renovadores apuestan por Fernández Teixidó para la secretaría general y por Raúl Morodo para la presidencia, mientras que los territoriales coinciden en el nombre para la presidencia pero están divididos en cuanto a la secretaría general, entre quienes apoyan a Fernández Teixidó y quienes ven en su lugar a Calvo Ortega.

Fernández Teixidó consideró ayer que lo peor que pudiera ocurrir es que se presentaran tres candidaturas, es decir la suya propia, la de José Ramón Caso y otra encabezada por Arias Salgado, ya que el partido al día siguiente resultaría ingobernable y empezaría la desmembración. En el supuesto de que cada cual alcanzara un reparto del 40%-30%-30% se podría hablar del fin del partido centrista. Fernández Teixidó aseguró su "voluntad firme y decidida de lograr una integración, ya que no se puede someter al partido a la división entre tres candidaturas". "La integración y la prudencia exigen negociar pero con unos mínimos que no se pueden traspasar, aunque no haya negociación que pueda poner en peligro la renovación". Fernández Teixidó considera que Caso no supondría a los Ojos de la opinión pública un elemento que indicara el comienzo de la renovación del partido.

Los dirigentes que apoyan al actual secretario general, José Ramón Caso, por el contrario, consideran que éste supone la garantía de que no haya "saltos en el vacío".

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