El Poder Judicial desautoriza las críticas de su vicepresidente

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) vivió ayer una fuerte crisis a raíz de las declaraciones de su vicepresidente, José Luis Manzanares, que había afirmado que el citado organismo "está muerto" y "no aporta nada a la justicia". El Consejo debatió en pleno esas descalificaciones y acordó por mayoría absoluta -17 votos de sus 21 miembros- desaprobar "en el fondo y en la forma" esas declaraciones. Pese a todo, Pascual Sala, presidente del CGPJ, sostiene que no se ha roto el consenso interno.

La nota aprobada ayer por el pleno del Consejo dice textualmente: "El pleno del CGPJ está en desacuerdo con las repercusiones que han tenido al ser valoradas las manifestaciones del señor vicepresidente en el sentido de que 'el Consejo está muerto y nada aporta a la justicia', expresiones que rechaza tanto en la forma como en el fondo, ya que el Consejo está ejerciendo con plena vitalidad, en su marco competencial [...] y en toda su plenitud, las competencias que legalmente le están atribuidas en el gobierno del Poder Judicial".Votaron a favor de ese texto el presidente, Pascual Sala; los 10 consejeros propuestos por el PSOE y elegidos por el Parlamento, así como los presentados por el CDS, el PNV y CiU, y tres de los designados por el PP. De los otros cuatro consejeros propuestos en su día por el PP, dos se abstuvieron (uno de ellos, Manzanares), y los otros dos optaron por no participar en el debate. Al no obtener el respaldo de ningún vocal, incluidos sus propios compañeros, Manzanares quedó en una situación "sumamente frágil", según indicaron fuentes del organismo, aunque dejó claro que no va a renunciar.

Al comienzo de la reunión, los siete vocales del PP presentaron un escrito firmado en el que se proponía no entrar a debatir las declaraciones de Manzanares. Rechazada esta postura por la, mayoría, tras la exposición de las cuatro propuestas previas de desautorización, "cambiaron las tornas", dijo un vocal del PSOE.

Pascual Sala manifestó que el acuerdo, que calificó como "reflexivo", no supone una merma de su confianza en su vicepresidente. Sala afiadió que "no se enjuicia negativarriente la persona del vicepresidente, sino que se lamenta las repercusiones que han tenido sus declaraciones".

El autor de las declaraciones desaprobadas volvió a ratificarse ayer, "punto por punto y coma por coma", con lo manifestado. "Aún me quedé corto", insistió. Manzanares restó importancia al que tres consejeros del PP suscribieran la desaprobación: "Tal y como está el texto, casi lo hubiera firmado yo".

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